Fernando Simón lleva siendo una de las caras de la pandemia de coronavirus en España desde que empezó. Su imagen ha calado entre la población y es una de las voces que más hemos oído, especialmente en ruedas de prensa, por lo que cualquier cosa que dice se analiza con lupa.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias siempre ha sido muy prudente a la hora de hacer declaraciones, aunque no le ha temblado el pulso para remarcar cuando las cosas se están haciendo mal, algo que ha vuelto a hacer esta misma semana.
Simón ha destacado que la situación epidemiológica en España ha mejorado mucho en las últimas semanas, pero que todavía no es buena, y que ha detectado que cierta parte de la población está empezando a dar por buenos unos datos que no lo son.
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En ese sentido, el doctor ve «cierta complacencia» con incidencias acumuladas que todavía son muy altas, lo que podría llevar a infravalorar al virus a pesar de que, un año después de su llegada, sabemos mejor cómo se transmite y cómo se mueven sus consecuencias.
Fernando Simón ha destacado que durante todo este año que ha pasado «hemos aprendido mucho» del virus y de la enfermedad, y que eso se ha notado a la hora de gestionar la segunda y la tercera ola, «que no han tenido que ver con la primera».
Aun así, Simón cree que el problema que está apareciendo ahora entre la sociedad es que «estamos empezando a tener una cierta complacencia con incidencias que no son todavía buenas».
«Estamos empezando a pensar que cuando bajamos de 500, 300, 200, podemos empezar a relajar porque hemos sido capaces de reaccionar y no vemos el conjunto de la información», ha señalado, en relación con los datos de incidencia que actualmente hay en España.
Todas las comunidades autónomas están desescalado sus restricciones, cuando muchas todavía se encuentran por encima de 100 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas, y algunas todavía superan los 200 casos. Eso lleva a la población a pensar que una incidencia de 150 casos es aceptable, en especial si se compara con los más de 1.300 o 1.400 casos que alcanzaron varias comunidades hace unas semanas.
Pero Simón alerta de que el dato de la incidencia no es el único que hay que tener en cuenta para valorar la pandemia, y que aun así, ese dato sigue siendo muy alto, lejos de los 50 casos que se consideran como límite para poder rastrear bien la enfermedad y frenar la transmisión. Actualmente, solo Extremadura ha logrado bajar de ese dato, con 49,45 casos en dos semanas el 4 de marzo.
Además de la incidencia, Simón pone el foco en la ocupación hospitalaria para valorar si realmente la situación es buena, y en España, la ocupación de las UCI todavía es muy alta. Con las UCI llenas de pacientes de la tercera ola —e incluso de la segunda—, el doctor ha alertado de que un aumento de casos ahora con una mínima velocidad de transmisión podría suponer un grave problema.
«Si ahora tenemos un incremento mínimamente rápido no tendríamos la capacidad de reacción que hemos tenido porque las UCI están todavía muy saturadas», ha señalado. Hasta que estas unidades no se vacíen de pacientes y se dé margen a los hospitales para recuperarse y prepararse para posibles futuras olas, la sociedad debe saber que cualquier subida de casos y de incidencia sería muy peligrosa, y una cuarta ola podría echar por tierra el trabajo hecho durante las dos anteriores.
Fernando Simón valora las medidas tomadas durante la pandemia
Además de la incidencia, Fernando Simón ha querido revisar la gestión que ha hecho España, tanto el Gobierno central como las comunidades autónomas, de la pandemia de coronavirus.
El doctor ha pedido ser «muy prudentes a la hora de valorar los éxitos» porque durante este tiempo, cuando parecía que las cosas se estaban haciendo bien, sin ningún cambio aparente, la tendencia cambiaba, algo que ha ocurrido no solo en España, sino en la mayoría de países.
Sobre las medidas que se han tomado y todavía se están tomando, Simón cree que todavía es pronto para valorarlas, pero admite que se han tomado las medidas que en cada momento se han creído necesarias.
Para Simón, ya habrá tiempo de valorar qué medidas han sido las más eficaces, ya que cree que es posible que en algunos momentos, algunas medidas podrían haber sido más duras para frenar antes la pandemia, y que es posible que en otros momentos haya habido medidas demasiado duras. En cualquier caso, defiende que se ha intentado tomar las decisiones más coherentes con la información que se tiene en el momento de tomarlas.
«Vamos a tener que hacer una reflexión clara de cuáles han sido las más útiles y cuáles no», ha admitido, pero también se ha mostrado convencido de la enorme capacidad de adaptación del sistema sanitario español, ya que ha habido cambios drásticos en los sistemas de información y de diagnóstico en los últimos meses, así como cambios drásticos en la gestión de las residencias de ancianos.