Tras el importante repunte de este jueves, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, convocó para este viernes una reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. En él estaba previsto que se tomarán medidas extraordinario para evitar que la llamada 'segunda ola' de la pandemia y así ha sido. Las dos principales, según ha adelantado la cadena 'SER', son: prohibir fumar en la calle y el cierre de las discotecas.
Parece pues que el ministerio estaría dispuesto a seguir los pasos iniciados por Galicia, la primera comunidad en prohibir fumar en la vía pública y en terrazas si no se podía respetar la distancia de seguridad. Otras comunidades como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía o Madrid ya estaban valorando esta posibilidad. A su vez, preguntado por ello, Fernando Simón, dijo que es partidario de que «no se fume en ningún sitio, nunca».
Vuelta al cierre del ocio nocturno
El otro gran cambio que podría producirse en todo el país sería en el ocio nocturno. Así que como han hecho algunas comunidades como Cataluña, el Gobierno sería favorable al cierre de discotecas, salas de baile y bares de copa. Cabe recordar que estos han sido durante las últimas semanas uno de los principales focos de rebrotes por toda España. También se estarían preparando medidas concretas de control para detectar botellones.
El ministerio también plantearía otras medidas en el sector de la restauración. Por un lado, se exigiría que las mesas tuvieran que estar separadas por un metro y medio. Además no se podrían reunir grupos de más de diez personas en ellas, medida ya tomada por algunas comunidades. También se establecería la hora de cierre a la 1 de madrugada y no se permitiría la entrada de nuevos clientes des de las 12 de la noche.
Las residencias también tendría su espacio dentro de estas nuevas medidas para luchar contra la pandemia. Se estaría planteando hacer PCR a todos los nuevos ingresos con 72 horas de antelación. También a nuevos trabajadores o aquellos que vuelvan de vacaciones y permiso. Por último se podrían limitar las visitas a una persona por residente, salvo que estuviera en su lecho de muerte.