La presión del coronavirus en España ha bajado en las últimas jornadas, prueba de ello son los planteamientos que se proponen para las próximas fechas en algunas demarcaciones territoriales y que no se apoyan en las recomendaciones de los expertos sanitarios. En este escenario la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha realizado una llamada a la conciliación nacional para que los responsables comunitarios no relajen las restricciones.
A pesar del descenso en el marco de la tercera ola, la desescalada en palabras de la delegada del gobierno debería producirse de forma muy prudente, porque la consecuencia a estas alturas es conocida, y una cuarta ola en tan poco tiempo podría tener resultados catastróficos a todos los niveles.
«Hago una llamada a las comunidades a que no relajen las restricciones. Es absolutamente necesario hacer una desescalada muy prudente» ha apuntado en rueda de prensa tras la celebración del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, CISNS.
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Aliviar las restricciones pero con precaución
La responsable del área de sanidad ha valorado las cifras que han reportado las diferentes comunidades autónomas. Por ello mantiene que al menos durante esta semana se sostengan para que más tarde no haya que lamentar. «Van a mantenerlas y han hecho una llamada a la prudencia y a la responsabilidad a aquellas que las relajan» ha comentado Darias.
La ministra también ha valorado que gracias al empleo reiterado de estas decisiones cada vez se conoce con más precisión su forma de actuación sobre el virus. Es por ello que aunque «seguimos en cifras muy altas, sabemos cuáles son las medidas de restricción que más inciden» ha señalado durante la comparecencia con los medios.
Uno de temas a tratar que ha destacado durante la reunión es la preocupación que han transmitido los diferentes consejeros autonómicos con respecto a estas restricciones. «Tenemos que aprender de otras olas, cuando relajamos las medidas es muy fácil volver a subir los casos y las hospitalizaciones e ingresos en UCI» ha comentado como muestra de la sincronía entre los territorios y el Ejecutivo central.
En esta dirección ha asegurado que el plan de acción es el adecuado y permitirá que la incidencia hospitalaria continúe descendiendo. A pesar del positivismo de datos asegura que aún «queda mucho camino hasta llegar al umbral que entendemos que es absolutamente necesario, una incidencia de 50 casos por 100.000 habitantes. Todavía nos queda mucho» comenta la ministra.
La reunión del Consejo ha tenido un tema que se repite con más frecuencia en la mayoría de portadas y es también uno de los principales dilemas de la comunidad internacional, las nuevas cepas. Según los datos con los que se cuentan en el ministerio de Sanidad, en España hay confirmados 613 casos de la variante británica de coronavirus, dos de la brasileña y seis de la sudafricana.
La capacidad de mutación del virus
Todas las variables genéticas han sido catalogadas por expertos a nivel internacional como un gran riesgo por su capacidad de contagio y mortalidad. Especialistas sanitarios valoran como una afirmación firme el hecho de que el virus pueda cambiar su genoma y variar la estructura. Sobre todo porque hay muestra de que evoluciona, no siempre para perjudicar al ser humano, pero si poniendo en jaque los planes de prevención empleados a nivel global.
Este proceso se explica por la recombinación ocurre de forma común en los coronavirus, ya que la enzima que replica su genoma tiende a escaparse de la cadena ARN que replica, para después volver a reproducirse. De esta forma una célula huésped contiene genomas de dos variables del virus, y las enzimas saltan de uno a otro combinando sus elementos para crear un híbrido de los dos.