La saturación de los servicios sanitarios durante el pico de la epidemia obligó a los hospitales a retrasar las visitas de los pacientes con enfermedades convencionales. Para facilitar su regreso, el ministerio de Sanidad ha elaborado un protocolo que contempla, entre otras cosas, una cuarentena de 14 días previos a la intervención.
Muchos de estos pacientes no han acudido a los centros sanitarios desde marzo por miedo a la infección. Para resolverlo, aligerar las listas de espera y minimizar los riesgos de contagio en los hospitales, se establecen unas pauta para enfermos y sanitarios.
Los pacientes que tengan que someterse a procedimientos intervencionistas en la «nueva normalidad» deberán ser informados de los riesgos y beneficios. En el protocolo se incluyen recomendaciones de seguridad, y subraya que el paciente debe conocer que la situación epidemiológica actual y los riesgos a los que se somete pueden cambiar los procedimientos.
Estos procedimientos pueden adaptarse a condiciones más seguras para el paciente y los sanitarios. En todo caso, deben ofrecerse al paciente las alternativas terapéuticas, si existen, e información de la eficacia en comparación al procedimiento.
Una parte clave del documento es la recomendación de que el enfermo minimice los contactos sociales, al menos, durante los 14 días previos al procedimiento. Sanidad insiste en la necesidad de informar al paciente y sus familiares para el correcto funcionamiento del circuito hospitalario limpio, así como la colaboración de ambas partes después de la intervención.
«El paciente debe ser informado de forma comprensible de que la estancia hospitalaria debe ser la mínima imprescindible para reducir el riesgo de contagio, requiriendo apoyo sociofamiliar en domicilio y teniendo a su disposición apoyo sanitario telemático tras el alta».
Uso de mascarilla
Al paciente se le informará de los riesgos del procedimiento intervencionista así como del riesgo de contagio y complicaciones derivadas de posibles infecciones. También se le tiene que informar de los riesgos de suspender o demorar el procedimiento.
El informe técnico hace hincapié en la necesidad de fortalecer la protección no sólo a los pacientes, sino también de los familiares y acompañantes. Para ello pide fortalecer la educación sanitaria de los ingresados y sus acompañantes, y reducir el número de estos últimos. «Se restringirá a un miembro de la familia que no tenga problemas respiratorios».
Para los pacientes no acompañados se pueden programar visitas regulares todos los días, especifica el documento. El tiempo de visita no excederá los 15 minutos, y será de un solo miembro de la familia que adopta las medidas de protección.
Añade, finalmente, que «los pacientes, los miembros de una familia y las personas que los acompañan deben usar una mascarilla higiénica o quirúrgica y lavarse las manos con frecuencia». En todo caso, las condiciones de las visitas puede sufrir modificaciones de acuerdo con la situación epidemiológica u otras circunstancias.