Superados los dos millones de contagios por Covid-19 el pasado jueves 7 de enero, se puede decir que España se encuentra en plena tercera ola. Son ya varias comunidades las que han cerrado sus territorios y ampliado medidas más restrictivas para frenar los contagios. La incidencia acumulada se ha disparado y todo apunta a que no esperan semanas muy duras.
Sin embargo, a pesar de que las cifras no son nada buenas, desde el Ministerio de Sanidad no se contempla el confinamiento domiciliario y mucho menos el cierre de los colegios. Algunas comunidades ya han comenzado sus jornadas lectivas mientras algunas lo harán el próximo lunes 11 de enero.
Los colegios seguirán abiertos
El inicio del curso escolar estuvo marcado por la pandemia. El miedo entre los padres y profesorado era compartido y muchos se temían que en las primeras semanas de septiembre, los contagios se dispararían y los colegios procederían a echar el cierre. Pero nada de eso ocurrió, afortunadamente. Los niños se descartaron como los 'supercontagiadores' y los centros continuaron abiertos a excepción de algunos positivos que obligaron a confinar aulas.
En definitiva, se confirmó que los colegios eran un lugar seguro, y los más pequeños demostraron ser un ejemplo en lo que a cumplir las normas se refiere. En este sentido, María José Sierra, jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), en sustitución de Fernando Simón, no cree conveniente que ahora se tengan que cerrar los centros educativos.
«No lo recomendamos. Es uno de los ámbitos que mejor ha funcionado, donde más control ha habido. No ha habido brotes» señalaba Sierra poniendo de relieve los buenos resultados que el primer trimestre ha tenido y explicando el impacto social y pedagógico que la interrupción de las clases tendría sobre los alumnos: «La educación presencial es importante para el desarrollo de los niños e incluso de las brechas sociales».
Desde el CCAES se recomienda que antes de cerrar los colegios hay que tomar otras medidas que afecten a otros sectores donde es más propicio el contagio.
Los niños se contagian más fuera de las aulas
El Grupo de Investigación en Biología Computacional y Sistemas Complejos de la UPC (Biocomsc) encargado de asesorar al Govern de la Generalitat de Cataluña en la crisis sanitaria, ha arrojado más luz sobre las franjas de edades donde la incidencia del virus es más alta. Este estudio refleja cómo los niños son más propensos a contagiarse cuanto mayor tiempo pasan con los adultos.
Teniendo como referencia los meses de octubre y noviembre, en pleno curso escolar, los niños de entre 0 y 9 años fueron los que registraron una transmisión del virus mucho menor que respecto a otras edades. La incidencia entre los menores de 10 y 19 años también es más baja que la media de los adultos en edad de trabajar.
El estudio revela que la incidencia del virus en menores y jóvenes experimenta un ligero ascenso en los meses en que están de vacaciones. En este sentido, se ha tenido en cuenta los puentes de diciembre y la primera semana de Navidad. En conclusión, los expertos aseguran que los menores corren más riesgo de contagiarse cuando no están en el colegio y pasan más tiempo en compañía de adultos.
Así pues, los niños se desmarcan de ser los grandes vectores de transmisión del virus como en un principio se especuló y los colegios han demostrado ser un espacio seguro llegando a poner cerco al virus. Justo cuando la segunda ola estaba en su pico más alto, solo se llegaron a confinar el 5% de los grupos.