El tira y afloja entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, el PP, ha entrado en una nueva fase que parece tener dos caras. Mientras los pesos pesado de los populares y los socialistas negocian los detalles de la «nueva normalidad», en sede parlamentaria Sánchez y Casado escenifican una tensión que parece alejar a ambas posiciones.
El último ejemplo se ha vivido hoy en la sesión de control que ha vuelto a enfrentar a presidente del Gobierno y jefe de la oposición. En esta ocasión, Pedro Sánchez ha estallado por lo que considera una actitud deshonesta del principal partido de la oposición, y le ha exigido a Pablo Casado que retire el «ignominioso informe» en Bruselas que cuestiona la democracia española.
El presidente se refiere al informe remitido a la Comisión Europea donde el PP cuestiona el estado de derecho en España y acusa al Gobierno de esconder cifras que sitúan a nuestro país entre los países con muertes del mundo.
El informe, enviado por la jefe de la delegación del PP en Bruselas, Dolors Montserrat, coincide con las negociaciones del Gobierno por los fondos de recuperación que podrían serán claves para sacar a España de la crisis que se avecina. Eso ha sacado de sus casillas al presidente del Gobierno, que le ha pedido a Casado que defienda los intereses de España.
Por su parte, Casado ha acusado al Ejecutivo de querer llevar el país a la debacle y a la ruina económica, y ha urgido al presidente a que acuerda ya con los agentes sociales la extensión de los ERTE. Pedro Sánchez ha acusado al PP de no querer el diálogo, a lo que Pablo Casado ha afirmado que siempre ha tenido la mano tendida.
Pero Casado ha acusado a Sánchez de pedir sólo la adhesión incondicional, y le ha hecho una petición: «solo se le pide responsabilidad de cara a las futuras generaciones». En su réplica, el presidente del Gobierno le ha dicho que «si quiere arrimar el hombro tiene que alinearse con los intereses de España fuera y dentro de España».
Sánchez ha ido un paso más allá, diciéndole al jefe de la oposición: «me conmueven sus palabras, pero después están sus actos, como los argumentarios del PP para utilizar a los muertos de la Covid-19 contra el gobierno».
Gesto desafiante
La sesión ha vuelto a estar marcada por la tensión, que ha alcanzado su máximo con el gesto desafiante de la portavoz socialista, Adriana Lastra, a la bancada popular. El momento ha llegado tras un largo aplauso de los diputados populares a su líder Pablo Casado, que el presidente del Gobierno ha respondido irónicamente: «Tampoco ha sido para tanto, señorías».
Tras ese jocoso comentario se ha podido escuchar un comentario ininteligible de un diputado del PP a Pedro Sánchez, que ha sido respondido con un gesto desafiante por Adriana Lastra, con el semblante muy serio y negando con la cabeza.
Otro momento de tensión se ha vivido con la pregunta del diputado de ERC, Gabriel Rufián, al presidente del Gobierno, sobre si cree que hay que acabar con la impunidad de determinadas instituciones del estado. Se refería implícitamente a Felipe González y al rey emérito Juan Carlos I. Sánchez ha respondido que en España nadie es impune ante la justicia.