En la desesperada carrera del Gobierno por conseguir ingresos extras con los que hacer frente a la peor crisis económica en España desde hace décadas, un sector en concreto se ha convertido en el nuevo objetivo para aumentar impuestos. El Gobierno está preparando un endurecimiento de la normativa del tabaco.
Una de las medidas será la aprobación de una nueva Ley de Ordenación del Mercado de Tabacos, que no se ha cambiado desde 1998. En este sector, el ministerio de Sanidad estudia subir el impuesto para reducir el consumo, una decisión que debe tomarse sin previo aviso para evitar que los consumidores compren de forma compulsiva para el autoabastecimiento.
El objetivo de la subida de impuestos al tabaco tiene como objetivo promover los hábitos saludables. La tasa a los cigarrillos supone anualmente 9.000 millones de euros de ingresos a las arcas del Estado, tres veces el coste previsto para el ingreso mínimo vital, por ejemplo.
El ministerio de Hacienda está liderando esta iniciativa. En primer lugar, se prevé endurecer el marco normativo en el que operan las diferentes compañías para adaptarlo a la normativa de la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea. Se trata en este caso de una directiva sobre la importación y venta de cigarrillos, y la regulación de los dispositivos electrónicos.
En segundo lugar, Hacienda prevé elevar las sanciones a los importadores para reducir el tráfico ilegal de tabaco. Se prevé endurecer la normativa para contemplar multas mayores a los incumplimientos de trazabilidad y seguridad de los cartones. Hacienda quiere ahora actualizar las sanciones contempladas en la ley aprobada durante el Gobierno de José María Aznar.
Concurso público de estancos
La nueva ley podría ser sometida a consulta público los próximos meses para llevarla al Congreso y que sea aprobada antes de que finalice el año. Se enmarca en el Plan de Objetivos de la Subsecretaría de Hacienda para 2020, que el Covid-19 interrumpió pero que está previsto que esté listo para el último trimestre de este año.
Otra novedad es que Hacienda prevé un concurso público de expendedurías de tabaco. Las últimas adjudicaciones son del años 2003 y el Gobierno ve necesario realizar esta convocatoria de nuevos estancos y puntos de venta.
Esto corregiría el déficit de expendedurías de algunas zonas urbanas por los cambios de población de los últimos 17 años. Está previsto que el procedimiento, en forma de subasta, se efectúe también en el último trimestre del año. Actualmente hay más de 12.000 concesionarios del Estado.
El Gobierno también quiere endurecer la Ley Antitabaco. Esta fue aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2005, y modificada en 2010. Sanidad está trabajando en ello. Entre las posibles medidas a implementar está un incremento de la fiscalidad y la equiparación de impuestos en los distintos tipos de tabaco.
Eso quiere decir que, por ejemplo, el tabaco de liar, que es mucho más barato, se equipararía al tabaco normal. Los cigarrillos electrónicos y dispositivos de vapeo, incluso cuando utilizan cargas con nicotina, también podrían sufrir modificaciones. Sanidad estudia la prohibición de fumar en coches particulares, especialmente si viajan niños.