El Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña ha cerrado una empresa de la comarca catalana del Baix Segre, en la provincia de Lérida, después de que una inspección de Trabajo descubriera que 19 de sus empleados positivos en COVID-19 estaban trabajando, pese a conocer el resultado de las pruebas PCR y tener la baja laboral.
Según han informado desde Salud Pública este martes, hace unas semanas se visitó la empresa, de la que no se ha informado a qué sector pertenece, en el marco de los controles que se están llevando a cabo en la Región Sanitaria de Lérida y se acordó realizar pruebas PCR a todos los trabajadores.
El pasado 23 de julio, un equipo del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) se desplazó hasta las instalaciones, pero, ante la resistencia de los administradores a que se hicieran las pruebas de forma obligatoria a todos los trabajadores, finalmente consiguieron que la PCR fuera voluntaria.
Del total de la plantilla, integrada por 190 personas, 90 aceptaron someterse a la PCR y, un 42 % dio positivo, por lo que se tramitaron las correspondientes bajas laborales.
Ante esta situación, el 29 de julio se envió un nuevo requerimiento a la empresa para poder completar el cribaje al resto de trabajadores, pero ante la sospecha de que pudiera haber personas con COVID-19 sin respetar la baja laboral, el 30 de julio se realizó una inspección junto al Departamento de Trabajo.
Durante la visita, se confirmó que 19 de las personas con un diagnóstico positivo en coronavirus seguían trabajando, pese a la recomendación de cumplir con el aislamiento.
Finalmente, Salud Pública ha emitido una resolución suspendiendo la actividad de la empresa y denunciando su «falta de colaboración» ante unos hechos «graves».
Nuevas medidas en otra comunidad española por los brotes
El portavoz del Consejo de Gobierno de Canarias, Julio Pérez, ha explicado este lunes que las islas han endurecido las medidas restrictivas derivadas de la crisis del coronavirus, limitando a 10 las personas que podrán comer en un restaurante, así como ampliado la obligación del uso de la mascarilla en sitios cerrados.
En este sentido, explicó que ahora se extiende la «obligatoriedad» del uso de la mascarilla a «todo sitio cerrado público o de uso público» independientemente de que no haya nadie más en el interior del lugar. Además, para las zonas abiertas se mantiene la distancia 1,5 metros.