David Charlín Mondragón, preso gallego en la cárcel de Soto del Real (Madrid), ha incendiado su celda y amenazado a sus compañeros. Según los informes que se han realizado sobre Charlín, se trata de un preso de primer grado —el más peligroso— y ya ha pasado por seis prisiones a lo largo de todo su recorrido penitenciario. En 2006 llegó a asesinar a un compañero de presidio con una raqueta de ping-pong.
Charlín incendió su celda durante la noche del 31 de julio, cuando se encontraba encerrado en ella en un estado muy alterado. Además, estaba amenazando de muerte a sus compañeros.
David se encuentra en el Departamento de Aislamiento de Soto del Real y es un preso que requiere de una vigilancia continua. De hecho, los datos acreditan que no hay más de 25 presos en ese mismo régimen penitenciario.
Según han indicado fuentes de la prisión, los demás internos también se encontraban muy alterados a causa de la actitud de Charlín y estuvo cerca de producirse hasta un motín.
«Avisad al médico que me traiga la medicación que me ha prometido. Abridme la celda si tenéis coj**es, que os vais a enterar de quién soy yo. Que sois unos cobardes», no paraba de repetir Charlín según el medio ‘ECD’.
Al comprobar los funcionarios de prisiones que el estado de la galería era muy alterado, decidieron llamar a la Jefa de Servicios, que al personarse entendió la situación extrema de agresividad por parte de todos los presos, que gritaban que «lo vamos a matar».
Al llamar a más funcionarios para que hicieran acto de presencia, algunos observaron que empezaba a salir humo de la celda mientras el interno —Charlín— gritaba: «Entrad ahora si tenéis coj**es, que os voy a quemar vivos».
Al inspeccionar la celda, los funcionarios se dieron cuenta de que David había quemado la almohada y el colchón, que fueron el origen del humo de su celda. Sobre la media noche fue cuando los funcionarios redujeron al preso y apagaron el fuego de su celda.
Según ‘ECD’, aplicaron al preso la sujeción mecánica mientras el hombre no para de amenazar a los guardias: «Pertenezco a una mafia gallega y tengo un jefe que os va a pegar un tiro cuando salgáis a la calle». Finalmente fue trasladado al módulo de enfermería cuando amenazó con autolesionarse.
Charlín, preso de máxima peligrosidad
Los funcionarios y los informes han calificado a Charlín como un preso «no adaptado». El traslado de este tipo de presos es común, ya que lo que se busca es que no produzca incidentes. Según indican, Charlín ya ha pasado por las prisiones de Teixeiro, por Alhaurín de la Torre o por la de Topas en Salamanca.
De hecho, en estos momentos se encontraba de regreso a Soto del Real, pues su última prisión había sido la cárcel de Murcia.