Los siniestros trágicos son extremadamente abundantes en el estrecho de Es Freus, la ruta marítima que une Formentera e Ibiza. También conocida por algunos como 'la ruta de la muerte en España'.
Este es el único recorrido posible para los navegantes que cada año se desplazan entre ambas islas baleares. Desde turistas que viajan en ferries y embarcaciones de recreo hasta los grandes barcos que transportan mercancías.
El estrecho de Es Freus ha sido testigo de numerosos naufragios y accidentes que se han producido como consecuencia de la dificultad para navegar por la zona. Un paso de 6,3 kilómetros de distancia inmerso en el Parque Natural de Ses Salines.
Se trata de un área repleta de islotes y superficies rocosas donde el viento, la poca profundidad y las corrientes marítimas suponen un verdadero reto para los capitanes de barco.
Esta situación, unida al enorme tráfico que registra la zona debido a la masificación de los turistas, ha propiciado un aumento del número de accidentes en los últimos años.
Sin ir más lejos, los dos trágicos sucesos ocurridos este mismo verano con tan solo 10 días de diferencia sirven para reflejar las calamidades que tienen lugar en este paso marítimo.
El siniestro ocurrido en la ruta entre Ibiza y Formentera que acaba con un decapitado
El primer accidente ocurrió el pasado martes 17 de agosto, cuando la tripulación de un ferry turístico alertó a Salvamento Marítimo tras haber arrollado a una embarcación con dos personas a bordo.
Según explicaron, la pequeña barca de ocho metros de eslora no llevaba ninguna señal luminosa y no pudieron verla a tiempo.
En ese mismo momento, según narra el diario El Español, un hombre que paseaba por el casco histórico de Dalt Vila llamó a los Servicios de Emergencias. Había escuchado un fuerte golpe y muchos gritos en la entrada del puerto de Ibiza.
"Estábamos a punto de llegar al puerto cuando escuchamos un golpe bastante fuerte y el barco se paró en seco. Pensábamos que era una avería porque veíamos como un líquido saliendo por debajo de la embarcación, pero de golpe empezamos a escuchar a gente chillar desde el agua pidiendo auxilio", cuenta uno de los pasajeros del ferry que regresaba de Formentera al Diario de Ibiza.
Por desgracia, no se trataba de ninguna avería del barco, sino de un fatídico atropello a una embarcación que acabó con la vida de un hombre de 46 años de edad.
El tripulante murió en el acto tras ser decapitado por el impacto. Sus restos mortales tuvieron que ser recuperados a la mañana siguiente por el equipo de submarinistas de la Guardia Civil.
Mientras tanto, la otra víctima de la colisión tuvo que ser trasladada al hospital de Can Misses con una crisis de ansiedad, aunque recibió el alta al día siguiente. Además, en el ferry viajaban 142 pasajeros que salieron ilesos del accidente.
El segundo siniestro marítimo ocurrido en Ibiza con tan solo 10 días de diferencia
Pocos días después, el sábado 28 por la noche, otro ferry protagonizó un gran siniestro tras encallar violentamente contra el islote de Es Malví Pla, a pocos kilómetros de Ibiza.
En esta ocasión, las labores de rescates fueron muy complicadas debido a la virulencia de las olas y 25 pasajeros resultaron heridos. Entre ellos, un niño de 10 años que ha estado ingresado en estado crítico en la UCI pediátrica del hospital de Son Espases, en Palma.
En definitiva, han sido dos siniestros muy graves que se han saldado con una víctima mortal y decenas de heridos. Dos sucesos que no resultan aislados en la zona y ponen en el punto de mira el gran tráfico marítimo existente en el estrecho de Es Freus.