La policía todavía no ha querido dar muchos detalles, pero todo apunta a que la muerte de Rosi, de 29, se investiga como un asesinato. Esta joven paraguaya fue encontrada el pasado jueves sin vida en el piso en el que vivía en la localidad gallega de O Barco de Valdeorras. Los investigadores parecen tener bastante claro de que podría haber muerto a manos de alguien que la conocía.
Y es que según recoge El Faro de Vigo, el trabajo policial se centra ahora mismo en su entorno más cercano. Ya habrían estado preguntando a las personas que la conocían sobre su actividad laboral. También sobre las personas con las que se podría haber visto en los últimos días u horas antes de su muerte.
Quedan pocas dudas sobre que la joven paraguaya fue víctima de un ataque violento. La autopsia ha acabado de confirmar las primeras sospechas de la policía que localizó su cuerpo el jueves por la tarde. Se encontraron evidentes signos de violencia que apuntan a un posible homicidio o asesinato.
La policía investiga sus rutinas y entorno para encontrar al culpable
De momento, lo que no está claro que pudo motivar a su o sus asesinos a acabar con la vida de Rosi. Es por eso que agentes de una unidad especializada de la Guardia Civil de Ourense siguen trabajando sin descanso para resolver el crimen.
La joven fue encontrada sin vida el jueves después de que saltaran las alarmas entre sus compañeras de piso. Fue ella la que avisó extrañada a los cuerpos de policía después que no acudiera a trabajar. Les comentó que ese comportamiento no era nada normal en ella.
Aunque vivía y compartía piso en O Barco desde hace unos meses, Rosi se desplazaba por varias localidades cercanas para llevar a cabo su profesión. Según recoge el medio citado, se dedicaba al lenocinio, poner en contacto a personas para mantener relaciones. No ha trascendido si este hecho podría estar relacionado con su muerte.
Como decíamos, fue una de sus compañeras de piso la que dio la voz de alarma ante su extraña desaparición. De manera casi inmediata, varios agentes policiales acudieron al piso donde residía para tratar de localizarla.
Los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado llegaron al lugar pasadas las tres de la tarde. Tras comprobar que nadie contestaba al telefonillo o al llamar a la puerta, decidieron tirar esta abajo. Fue en este segundo piso de la Avenida Conde de Fenosa de la localidad donde encontraron el cadáver de Rosi.
Miembros de la Policía Judicial han analizado ya la escena del crimen en búsqueda de pistas o indicios que puedan llevar a resolverlo. También se están analizando las grabaciones de las cámaras cercanas al bloque donde vivía la víctima.
Su familia pide poder llevarse el cuerpo de Rosi a su país
La noticia del fallecimiento de la joven ha sobrecogido a todos los vecinos de esta localidad orensana. Sobre todo por tratarse de una mujer con toda una vida por delante. El alcalde, Alfredo García, explicaba sobre el mismo que “es algo a lo que no estamos acostumbrados y hace que estemos preocupados por este tipo de actuaciones”.
Mientras tanto, los familiares y amigos de Rosi ya han comunicado al alcalde de la localidad su intención de repatriar el cuerpo de Rosi a Paraguay. La decisión para que puedan hacerlo esta en manos de la jueza que se ha hecho cargo de la instrucción del crimen. Esta de momento, mantiene el secreto de sumario sobre el mismo a la espera de que produzca alguna detención.