Más de treinta heridas en la cabeza, el cráneo destrozado y el rostro desfigurado. La descripción habla por sí sola de la brutalidad con la que fue asesinado Roberto. Este ciclista canario de 28 años apareció malherido, pero con vida, en un camino cerca de Soyons, al sureste de Francia.
Por ahora solo se conoce su nombre, y que vivía en los Países Bajos. Roberto era un aficionado al cicloturismo, una forma de viajar por el mundo con la bicicleta como medio de transporte. El pasado jueves, un transeúnte encontró su cuerpo con la cabeza destrozada en un camino de tierra.
Roberto se encontraba en un charco de sangre, en un lugar aparentemente tranquilo. A pesar de la gravedad de las heridas, el joven estaba vivo y fue trasladado al hospital de la ciudad de Valence. Falleció poco después por las profundas contusiones que había recibido.
La policía investiga ahora su muerte como un asesinato, e intenta recabar pruebas en el lugar donde fue encontrado. Se trata de un camino cerca del río Ródano, frecuentado por pescadores y gente que va allí a hacer deporte. La brutalidad del crimen ha sobrecogido a los habitantes de la zona.
Todo lo que se sabe sobre el asesinato
En declaraciones a La Dauphiné Libéré, el hombre que encontró a Roberto asegura que "el cráneo estaba hundido". Según ha explicado, la víctima estaba tan golpeada que en un primer momento pensaba que estaba muerto: "le toqué el hombro, y empezó a moverse".
"Estaba gimiendo", relata, "vi su mirada que me pedía ayuda, su rostro estaba completamente deforme". Entonces dio la voz de alarma a emergencias y esperó su llegada para guiarles hasta el cuerpo. Hasta allí se desplazaron ambulancias medicalizadas y agentes de la policía.
El testigo lo tiene claro: "Fue tremendamente violento, este chico fue víctima de una fiereza terrible". Según sus palabras, "presentaba heridas en ambos brazos, dos de ellas muy profundas" además de las heridas en la cabeza.
El ciclista solo llevaba una camiseta que presentaba varias manchas de sangre. Además, había rastros de sangre a varios cientos de metros de distancia. Su bici y la tienda que llevaba a cuestas fueron arrojadas sobre la maleza lejos de donde estaba el chico.
Conmoción entre los vecinos
Según una primera hipótesis, el autor del crimen podría haber intentado robar la bici y lo que llevaba encima la víctima. Según esta teoría, habría habido un forcejeo entre los dos, que acabó con el brutal asesinato. Pero este extremo no ha sido confirmado por la policía.
Los medios locales, como la cadena de televisión LCI, han dedicado espacio a la investigación de este crimen. A través de esos medios, los vecinos han podido conocer algunos datos aportados por fuentes policiales. El caso ha generado una gran conmoción en la región francesa.
Primeramente se habló de un accidente fortuito, pero tras las primeras observaciones la policía cambió de parecer. La gendarmería, al cargo de la investigación, lo está tratando como un asesinato. La naturaleza de las heridas no deja lugar a dudas.
Creen que el asesino utilizó un objeto contundente con la punta afilada. La autopsia realizada horas después confirmó que se trata de una muerte violenta realizada con un objeto afilado. La Policía Judicial intenta averiguar ahora qué le pasó al cicloturista español Roberto.
Un crimen rodeado de incógnitas
Por ahora solo se sabe que Roberto estaba en el sureste de Francia haciendo cicloturismo. Se trata de una modalidad de viaje en la que el medio de transporte es la bici. El canario lleva su tienda de campaña a cuestas impulsándose con los pedales de su bicicleta.
A partir de ahí, todo es confusión. La zona donde fue asesinado es una parte tranquila donde suele haber caminantes y pescadores. Pero en aquellos momentos no había nadie y la policía no cuenta por ahora con testigos que puedan dar pistas sobre lo que pasó.