El paso de los reyes de España, Felipe y Letizia, por la barriada de las Tres Mil Viviendas, en Sevilla, considerada la más pobre de España, no ha dejado indiferente a nadie. En este barrio donde la economía sumergida, el paro y la droga campan a sus anchas, los reyes han tenido que presenciar una concentración espontánea de rechazo a la monarquía.
Su visita a este barrio se enmarca en el recorrido que están haciendo por España tras el fin del estado de alarma. Al recalar en este suburbio sevillano, los reyes han visitado el centro civíco El Esqueleto, donde se han encontrado con un grupo de personas con banderas republicanas y una gran pancarta que rezaba: «Leonor, 102.564 euros. Polígono sur, 5.112 euros».
Los manifestantes ponían así en evidencia la asignación que recibe la infanta Leonor, superior a los 100.000 euros, y la renta anual media de ese barrio, que apenas supera los 5.000. Por si había alguna duda, se han escuchado cánticos como «Felipe y Letizia son una injusticia» o «Los Borbones a los tiburones».
Esta era la primera visita de Felipe y Letizia como reyes al Polígono Sur, aunque él ya estuvo allí como príncipe en 2003, y también su hermana Elena, en 2017. Muchos vecinos criticaron los excesos de la monarquía y aseguraron que sería mejor que los reyes se dieran un paseo para conocer la verdadera realidad del barrio.
Este está formado por seis barriadas y viven unas 40.000 personas, la mayoría con un índice de pobreza severo. Una de esas personas es Carmen, una vecina del barrio de 47 años que precisamente se había acercado al centro cívico, sin saber que iban los reyes, para informarse por la tramitación del ingreso mínimo vital.
Ella vive en una de las peores zonas del barrio junto con dos hijos, su nuera y su marido, y todo sobreviven con 426 euros de paga que cobra él como desempleado mayor de 45 años. Ella opina, como muchos vecinos de la zona, que la visita de los reyes no sirve para nada y que mientras a ellos les fríen a impuestos, otros viven con sueldos millonarios.
'Viva el rey' en el Alcázar
En esa zona desfavorecida de España, los reyes también han podido notar el calor de algunos partidarios de la monarquía que les han recibido con gritos de «Viva el Rey». Algunos les esperaban para agradecerles su visita y pedirles su mediación para evitar los continuos cortes de luz que sufren porque muchos vecinos viven con la luz enganchada para sembrar marihuana. «Eso no se puede consentir, aquí hay de todo», decía uno.
Con una diferencia de una horas y unos pocos kilómetros, los reyes han recalado en una zona totalmente distinta al Polígono. Se trata de la Catedral de Sevilla, donde centenares de ciudadanos han recibido calurosamente a los reyes, a su paso por el Alcázar, con gritos de «Viva el Rey» entre banderas de España.
En este lugar van a mantener una reunión con una delegación de empresarios andaluces para conocer también su realidad tras el Covid-19. Por la tarde se trasladarán a Córdoba, en el marco de una campaña con la que quieren apoyar la actividad económica, social y cultural ante la grave situación provocada por la pandemia.