Ha salido a la luz una conversación de WhatsApp que mantuvo una de las niñas violadas en Burjassot (Valencia) la noche en la que se produjeron los hechos. A tiempo real, la chica, que se encontraba escondida en un sótano, explica a una amiga la agresión sexual que estaba teniendo lugar en una casa abandonada de la localidad.
La niña cuenta que están agrediendo sexualmente a su amiga. La víctima también explica que uno de los supuestos violadores la estaba amenazando y la había violado provocándole varias heridas con sangre.
"Son seis. Ahora voy yo. Deséame suerte", dice en uno de los mensajes, convencida de que van a volver a violarla. Llegados a este punto, la amiga con la que estaba manteniendo la conversación le dice que se vaya inmediatamente de la casa y que pida ayuda.
Se produjeron dos agresiones sexuales
La menor finalmente consiguió escapar y le habló a su amiga desde la parada del metro. "Ha escuchado cómo me iba", dijo refiriéndose a la otra chica, que se había quedado en la casa. La amiga a quien estaba contando los hechos a través de WhatsApp acabó por contarle a sus padres todo lo que había ocurrido y estos lo trasladaron a la Policía Nacional.
Sin embargo, ambas intentaron minimizar la situación contándoles que tan solo había sido una broma de mal gusto. Una explicación que no acabó de convencer a los investigadores, ya que había múltiples pruebas e indicios que probaban que habían sufrido dos agresiones sexuales: una individual y otra múltiple. Además, los informes médicos determinaron que las dos niñas presentaban signos de haber sido violadas.
Fueron puestos en libertad vigilada
La policía consiguió detener a cinco de los seis implicados en la violación a las dos niñas. Todos son menores de edad, de entre 15 y 17 años de edad. Los cinco jóvenes pasaron a disposición judicial, donde la Fiscalía de Menores pidió el ingreso en un centro de internamiento "por considerar esta medida más adecuada a los hechos".
Considera que los hechos son de "extrema gravedad" y que además podría existir un cierto riesgo de fuga de los investigados. No obstante, la jueza consideró que no era el momento de presentar unas medidas cautelares tan contundentes.
Estimó que las declaraciones de los acusados eran creíbles, por lo que acabó por no aceptar la petición de la Fiscalía y dejó en libertad vigilada a los cinco jóvenes acusados de un delito de violación. Un hecho que ha sido duramente criticado debido a las múltiples pruebas e indicios contra los menores.
Los informes médicos determinan que las dos niñas presentan signos compatibles con una violación. Además, los presuntos agresores se han negado a aportar muestras biológicas y pruebas para demostrar sus coartadas.
La Fiscalía de Menores ha anunciado que presentará un recurso contra la decisión de la jueza instructora. Han pedido que los cinco acusados ingresen en un centro de menores de forma provisional, hasta que celebre el juicio.