Detalle de las manos de una persona mayor con anillo en un de los dedos y apoyadas en un bastón

Se retrasa la edad de jubilación desde el 1 de enero

Los años que se tendrán en cuenta para calcular la pensión quedarán fijados en 24

La llegada del 2021 supondrá un endurecimiento en los requisitos para acceder a la jubilación en España, donde se está obligando a trabajar durante más años y a cobrar menos para intentar sostener este sistema.

Pese a que Bruselas está trabajando en una reforma para lograr el equilibrio, por el momento sigue vigente la aprobada en 2013 y, por lo tanto, a partir del próximo año, los años que se tendrán en cuenta para calcular la pensión de jubilación quedarán fijados en 24.

De esta forma, se está retrasando progresivamente la edad de jubilación en España. En 2013 empezó un período transitorio hasta el 1 de enero de 2022 en el que el período de cotización pasará de forma progresiva de los 15 a los 25 años. 

Así, las personas que quieran jubilarse a lo largo del 2021 deberán tener ya cumplidos los 66 años. El principal objetivo es conseguir establecer la edad de jubilación a los 67 años en el 2027. 

Ventajas 

El retraso en la jubilación permite disponer de más población activa que financie las pensiones, que actualmente están en números rojos.

Además, también supone un retraso en el cobro de la pensión. Sin embargo, existen algunas excepciones: siempre que cuenten con 37 años y seis meses o más cotizados, los trabajadores que acumulan una larga vida laboral podrán retirarse con su pensión íntegra a los 65 años. 

Por cada ejercicio se aumentará este período en tres meses hasta que llegue el 2027. Para entonces, para poder jubilarse con 65 años se deberá haber acumulado, como mínimo, una cotización de 38 años y seis meses.

Retraso en la jubilación anticipada

La llegada de esta modificación, también supone un retraso en la jubilación anticipada a los 64 años. En el 2027 esta quedará establecida en el mínimo de 65 años.

Para poder optar a ella será necesario contar, al menos, con 35 años de cotización y por cada trimestre de adelanto a la edad oficial, la pensión sufrirá una penalización progresiva que irá desde el 2% hasta el 1,625% si se superan los 44,5 años cotizados.

Por otro lado, la jubilación forzosa (por despido) se podrá aplicar hasta cuatro años antes de la edad oficial de retiro (62 años en 2021). Para ello serán necesarios 33 años de cotización y sufrirán una penalización que irá desde el 1,875% por trimestre adelantado para menos de 38,5 años cotizados, hasta el 1,5% para más de 45.

El sistema de pensiones en España sigue en números rojos

Además, el nuevo ejercicio también supondrá nuevas subidas de las pensiones: en España incrementarán en un 0,9% las cuantías de pensiones que se cobran mensualmente. Para el casi medio millón de pensiones asistenciales el aumento será el doble, un 1,8%.

A esto debemos sumar el aumento del número de pensionistas esperado para 2021 y la tasa de sustitución prevista para llegar al gasto final en pensiones para el próximo año, que se ha fijado en 163,297 millones.

Esto supone un incremento del 3,2% del gasto respecto al de 2020, un 35,8% del gasto total y un peso sobre el PIB del 13,3% previsto para 2021.

Las primeras previsiones del 2021 ya muestran que será un año complicado para la Seguridad Social. Aunque se ha previsto que se suavice hasta en un 3% el actual 4,1% del PIB, seguirá en números rojos muy abultados, una situación que lleva arrastrando desde 2011. 

La recaudación por cotizaciones disminuyó un 3,8% respecto al año anterior durante el primer semestre frente al incremento de los gastos del 3%.

Ahora la situación es similar y la incertidumbre sobre la evolución del coronavirus supone una gran complicación para predecir cómo evolucionará el balance del organismo.