Mascarillas, gafas protectoras, viseras, geles hidroalcohólicos… el coronavirus aterrizó en nuestras vidas con una serie de utensilios que ya se han convertido en habituales. Disponer de ellos es librar una batalla cotidiana contra el Covid-19, pero atención, porque en algunos casos comprar la marca equivocada puede dar lugar a disgustos.
La Dirección General de Competencia, Consumo y Control de Fraudes de Francia ha ordenado retirar de las tiendas un gel hidroalcohólico fabricado y distribuido desde España por no tener eficacia antibacteriana y antiviral.
La notificación fue publicada la segunda semana de julio en el portal de alertas de la Comisión Europea calificada como «grave». El producto no contiene suficiente etanol ni isopropanol, es decir, no mata bacterias o virus y además incumple la normativa de etiquetado. Los que lo compraron, ahora tienen un gel hidroalcohólico que no desinfecta.
La marca del gel en cuestión es On Dermo, y según se puede ver en la etiqueta lo produce el grupo Colmar, fabricante de productos de marca blanca, y lo distribuye Ramros Trading, una compañía con sede en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
El gel se vendría en internet a 16 euros el bote de medio litro, aunque ya ha desaparecido, al menos de la web Ecoptima. La empresa Ramros se dedica desde hace casi treinta años al comercio internacional de productos de higiene personal, del hogar y alimentación.
Pese al aumento de la fabricación de estos geles en todo el mundo, no hay tantas alertas publicadas por la Comisión: este año, sólo cinco, cuatro en Francia y una en el Reino Unidos. La distribuidora alega que Francia ha cometido un grave error, y el asunto está ahora en manos de sus abogados que esperan que el asunto se resuelva en breve.
La Unión Europea ha informado de que muchas pymes están invirtiendo o haciendo planes para aumentar la fabricación de desinfectantes y limpiadores, que además están sujetos a marcos jurídicos diferentes. La regulación de productos cosméticos es más laxo que el de biocidas. Algunos geles caen en el error de no indicar su porcentaje de alcohol.
La dirección de consumo francesa considera que el gel On Dermo es biocida y no un producto cosmético, que es lo que la empresa dice. Por las sustancias que lleva, etanol e isopropanol, estamos ante un biocida, a diferencia de los cosméticos, cuyo principio activo es el alcohol.
El problema es que ahora todo el mundo quiere comercializar biocidas y la normativas es muy estricta: debes registrarlo en el registro europeo de sustancias químicas y espera autorización. Como biocida, el gel no cumple los requisitos necesarios ni la norma de etiquetado, y por eso Francia ha mandado retirar el producto.
La empresa se defiende
El abogado que lleva el caso de Ramros Trading, Joan Francesc Pons, no está de acuerdo con esta interpretación y alega que es el fabricante el que decide si saca un producto como biocida o no. «Ellos han sacado este producto como no biocida, y la normativa de hidrogeles la cumplen perfectamente», ha dicho.
Según este abogado, nadie piensa que sea un hidrogel biocida y el problema sería si dejar que es un biocida sin cumplir los requisitos. Sin embargo, los expertos consideran que hay toda una picaresca detrás de los biocidas.
El ingeniero químico en laboratorios Vectem, David Muñoz, explica que si tú pones un producto como biocida entras en otra reglamentación y tendrías que poner el porcentaje de cada componente. Técnicamente, si un producto es higienizante no debería tener más del 50% de alcohol, y si superas esa concentración debes indicar que es inflamable.
Pero dice que el símbolo del fuego no gusta a la gente y por eso las empresas deciden no ponerlo. Según él, la etiqueta perfecta es la de solución hidroalcohólica de Nivea: es un cosmético que pone el nivel de concentración de alcohol y los símbolos de peligro.