Con el verano llegan también las molestas picaduras de mosquito, especialmente en lugares más húmedos o con agua estancada cerca. Cierto es que existen numerosos remedios para ahuyentarlos, aunque parece que no siempre funcionan.
¿Es eso o quizás que no siempre sabemos utilizarlos correctamente? Si optamos por un repelente para aplicar directamente al cuerpo, en muy importante tener en cuenta una serie de consideraciones.
En el mercado hay una gran variedad de lociones, cremas, sprays, pulseras, etc, y todas ellas dicen evitar las picaduras de mosquito. Pero entonces, ¿cuál debemos utilizar?
Cómo saber qué repelente utilizar
Para empezar, según ha explicado la responsable de I+D de Laboratorios Montplet/Newell, Laura Molina, una de las principales cosas que hay que tener en cuenta es quién va a usar el repelente.
Especialmente, hay que distinguir entre dos tipos de población, adultos y niños. Es de vital importancia tener en cuenta que, si se trata de niños, hay que comprobar muy bien la edad mínima para la que su uso es apto.
En caso de no ser apto para la edad del niño o niña en cuestión, no le debería ser aplicado. Hay muchos repelentes que utilizan activos como el DEET en altas concentraciones, esto los hace no aptos para niños.
Lo mejor en estos casos es utilizar repelentes especialmente pensados para niños, los considerados pediátricos. Estos, normalmente, no llevan alcohol.
Otra de las cosas que habría que tener en cuenta en la localización geográfica, especialmente diferenciando entre una zona tropical o una zona temperada.
También es importante fijarse en las horas de protección que ofrece el producto y comprar uno que se adecue a las necesidades. Cuanta más concentración tenga, más tiempo de protección dará, pero esto no influye en si esta protección es mayor o menor. Otra de las cosas a tener en cuenta es el número de aplicaciones indicadas.
Algo de vital importancia también es comprobar que el producto en cuestión ha sido testado dermatológicamente. Tampoco estaría de más buscar su número de registro de la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) para certificar su seguridad.
Por otra parte, la experta explica que, normalmente, las lociones y sprays son más eficaces que otras herramientas como las pulseras. Estas suelen proporcionar protección más localizada en la parte del cuerpo en la que se colocan.
Los errores que cometemos al aplicarnos un repelente
No solo es importante tener claro qué repelente de mosquitos hay que comprar, también importa la forma en la que lo aplicamos.
Hay ciertas cosas que a veces no tenemos en cuenta y son ciertamente importantes. Por ejemplo, en caso de habernos aplicado antes un protector solar, hay que esperar una media hora antes de poner sobre los mismos lugares el repelente.
También es importante fijarnos en el área en la que ponemos el antimosquitos. Nunca aplicar muy cerca de los ojos o las mucosas y tampoco en las manos.
Por ello, es importante, después de aplicarnos el repelente, lavarse las manos. Si queda producto en nuestras manos, este puede entrar en contacto con zonas de riesgo como la boca o los ojos y causar irritaciones.
Hay que tener claro también que uno de los grandes errores es aplicar producto en exceso o en zonas que no lo necesiten. Es importante, para hacerlo correctamente, leer las indicaciones del repelente, para saber así cómo hay que ponerlo y en qué cantidades o con qué frecuencia.
Otra cosa a tener en cuenta, es que el repelente debería aplicarse antes de exponerse a los mosquitos. Es decir, es conveniente ponerlo antes de salir a la calle o ir al lugar en el que nos queremos proteger.
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