Una pareja abrazados en el suelo

Recuperar la chispa del amor: 8 maneras posibles

Es hora de recuperar la chispa del amor en vuestra relación. Os ofrecemos una serie de consejos para reconducir las cosas antes de que la situación sea crítica.

 Recuperar  la chispa del amor tan solo requiere volver a enamorarse. ¡Claro, como si fuera tan sencillo! Bien, esa chispa de los primeros meses (o años) puede haberse desvanecido con el paso del tiempo por muchas causas. Antes de abandonar el barco y cortar por lo sano os recomendamos que probéis con algunas de estas ideas.

¿Cuándo es momento de recuperar la chispa del amor?

Normalmente, las parejas tienden a perder la independencia emocional y a depender el uno del otro. Determinadas situaciones también hacen que crezca el rencor y la culpa, dos sentimientos que debemos evitar a toda costa. Cuando esa chispa del amor se ha perdido, alguno de los dos suele culpar al otro o decir cosas como “¿es que ya no me encuentras atractiva?”, pero no tiene nada que ver con todo eso, sino con una serie de emociones que arrastramos desde hace tiempo.

Otro factor importante que puede dinamitar la relación es la rutina. Cuando una pareja se acomoda en el sofá, pierde el factor de la novedad y estar con él o ella ya no es algo especial, sino un mero trámite que esperamos que pase pronto. Cuando la rutina se mezcla con el estrés del trabajo, la combinación puede ser explosiva.

¿Es normal perder la chispa del amor?

Ante todo, debemos dejar clara una cosa, y es que todas las parejas discuten. Incluso aquellas que parecen perfectas desde el exterior tienen sus más y sus menos y atraviesan momentos de crisis. El problema viene cuando los desencuentros se vuelven habituales e incluso diarios. Entonces es momento de recuperar la chispa y dejar atrás algunas rencillas del pasado.

Si tenemos una mezcla de rutina, rencor y gritos, es hora de tomar cartas en el asunto.

8 formas de recuperar la chispa del amor

No hay una forma mágica de recuperar eso que denominamos “llama o chispa del amor”, y ya os avanzamos que no siempre funciona. En ocasiones, lo mejor es acudir a un profesional que os pueda aconsejar o cortar darse un tiempo. Pero si crees que aún hay una solución diplomática, os proponemos lo siguiente.

1. Respeta su espacio

Ser una pareja no implica ser un tándem inseparable. Nos referimos a que muchos no pueden ir a ningún lado sin el otro, y se crea una especie de dependencia difícil de explicar. El primer paso para recuperar la chispa del amor es dejar tu pareja que respire, que pase tiempo con sus amigos y amigas (nada de celos) o que se dedique a su hobby.

Puede que pienses que es contraproducente, pero nada más lejos de la realidad. Si ambos os concedéis ese espacio personal, los momentos que compartáis después serán mucho más especiales. La psicóloga Pilar Cristóbal declara para ‘Mens Health’ que lo importante no es el tiempo que pases con tu mujer u hombre, sino la calidad de la relación cuando estés con él o ella.

2. Rompe la rutina

Ya hemos dicho por activa y por pasiva que es imposible recuperar la chispa del amor cuando se interpone la rutina. Uno de los pasos básicos para volver a recuperar la ilusión es hacer cosas diferentes, tan sencillo como eso. Hay parejas que esperan el lunes con ilusión solo para perder de vista a su pareja, y eso significa que durante el fin de semana han hecho a hacer lo mismo de siempre... incluso cuando a ninguno de los dos les apetece lo de siempre. Prueba a organizar una escapada romántica, y si estás falta o falto de recursos económicos, sé imaginativo.

3. Expresa tus fantasías

Las relaciones sexuales de pareja se construyen desde la confianza. A menudo, pasado un tiempo de la relación ambos pierden la ilusión por el sexo por el mero hecho de que no lo practican. Es un círculo vicioso: cuanto menos sexo tienes, menos piensas en él y menos deseo sexual tienes.

Para evitar que el sexo se vuelva otro trámite o un especie de obligación de pareja, pasad tiempo hablando sobre vuestras fantasías sexuales, un poco de sexting para reavivar la llama.

4. Recurre a la ternura

Si aún así no surge un momento para el sexo, no te precipites. En vez de forzar la situación y hacerla más incómoda, recurre a la ternura y el cariño sin el objetivo de tener sexo. Las caricias, los abrazos y los besos son gestos de complicidad que pueden reforzar la relación de pareja. Es cuestión de tiempo que ambos acabéis sucumbiendo al deseo.

5. No recurras al pasado

Uno de los problemas más habituales de pareja, y algo que impide que vuelva a surgir la chispa del amor, es que los dos se echen en cara desencuentros del pasado como una arma arrojadiza. ¡Hay psicólogos y terapeutas que afirman que ese rencor puede alargarse incluso décadas! Ante esa problemática tan habitual hay dos soluciones. La primera consiste en expresar lo que te molesta en el mismo momento en que suceda, siempre sin levantar la voz.

El siguiente paso es dejar atrás todo aquello que no tiene solución, exigirte a ti mismo un nuevo comienzo. Este es el paso más complicado de todos, ya que a menudo no nos apetece aparcar ciertas cuestiones. Si creemos que se trata del hombre o la mujer de nuestras vidas, ¿por qué no intentarlo de nuevo?

6. No pidas nada a cambio

El amor no exige nada a cambio.  No es un contrato de trabajo en el que ambos deban abonar una contraprestación. No. El amor es incondicional y tiene un punto de locura. Muchas parejas afirman sentirse infravaloradas o “infracompensadas”, pero olvidan que la otra persona no tiene necesidad de andar contentándola.

7. No te obsesiones con el futuro

¿Cómo vamos a pagar la factura del mes siguiente? ¿Cuándo vamos a tener hijos? ¿Para cuándo la boda? Demasiadas preguntas que nos hacen olvidar lo verdaderamente relevante: el presente. La mejor manera de vivir una relación de pareja es vivirla al día, sin que importe lo que suceda mañana. Al fin y al cabo, nadie garantiza que sigáis juntos de aquí a diez años, así que lo mejor es disfrutar mientras podáis. Puede sonar algo crudo, pero no es menos cierto.

8. Una cita romántica

No hay nada como sentir esas mariposas en el estómago (aunque suene cursi) que surgían en las primeras citas, esa sensación de que os estáis adentrando en una aventura maravillosa. La rutina ha hecho mella en vosotros y ahora las mariposas han sido sustituidas por un completo vacío. No hay de qué preocuparse. Si has puesto en práctica todos los consejos anteriores, sin duda habrás notado una mejoría o al menos un cambio de actitud.

Es hora de ponerse el mono de trabajo y organizar una quedada íntima que esté a la altura. Aunque pienses que es una absurdez, dedicar tiempo a preparar una cita romántica es un gesto que él o ella valorará y mucho. De esa forma verá que las rencillas del pasado no significan absolutamente nada cuando surge la química. Disfrutad del momento y aprovechad para charlar sobre todo aquello que os hacía sentir tan bien.

Si has logrado que vuestra relación salga a flote, es momento de cuidar esa complicidad, de demostrar el cariño día tras día y evitar que la rutina os vuelva a acomodar