Imagen de un mosquito tigre

Los españoles nos rascamos más que nunca: récord histórico de mosquitos en 2020

Una primavera cálida y húmeda tras un invierno poco frío son los causantes de ello

Imagen de un mosquito tigre picando a un hombre
El número de ejemplares de mosquito tigre ha alcanzado su récord este año 2020 | Archivo

La mayoría de meses de este año  han sido más cálidos de lo normal como ya es típico de estos últimos años  y las lluvias abundantes en muchos puntos de la Península, han hecho que este 2020  haya sido el año  con más mosquitos  registrados en España  desde que funciona la plataforma de ciencia ciudadana 'Mosquito Alert', que se puso en marcha en 2014 y que este año  ha contabilizado el doble de mosquitos tigre que en 2019.

Se duplica el 'mosquito tigre'

Según ha informado el Centro de Investigación Ecológica y con Aplicaciones Forestales (CREAF,  en catalán), impulsor de la plataforma, este otoño está siendo cálido y otra ves muy húmedo en puntos del norte de España, lo que favorece a que los mosquitos  sigan activos, como atestiguan los más de 305 informes que ha registrado la app 'Mosquito Alert' en las semanas de noviembre, y más de 250 observaciones confirmadas de  mosquito tigre entre octubre y noviembre 2020, cuando en el mismo período del 2019 fueron 116. Los especialistas del CREAF han calificado de «inusual» la presencia de mosquitos  este año  de pandemia, especialmente de mosquitos tigre, ya que han observado el doble de estos insectos que el año  pasado, acumulando 1.798 notificaciones respecto a las 885 de 2019.

«Las densidades de mosquito tigre  se explican siempre por dos factores, el clima y la conducta humana, ambos son los que les proporcionan periódicamente puntos con agua, donde crían», ha explicado Frederic Bartumeus, codirector del proyecto e investigador en el CEAB-CSIC y el Creaf. La temporada de mosquitos  de 2020  arrancó con un invierno ya muy poco frío y uno de los más cálidos de las últimas décadas en muchos puntos del norte y este peninsular, junto a ello, seguimos con una primavera cálida y lluviosa que favoreció que proliferaran durante los meses de mayo y junio. A continuación, llegó un verano típico con mucho calor en muchos puntos.

La pandemia también ha influido en esto

Según Roger Eritja, entomólogo del Creaf  y del proyecto, el confinamiento podría haber tenido un papel relevante en estos datos porque «la prohibición de viajar a las segundas residencias durante los meses de marzo y abril pudo afectar en el mantenimiento de sus jardines, piscinas y terrazas, donde se pudo acumular el agua que necesitan los mosquitos  para multiplicarse». A esa explosión de mosquitos  en primavera le siguió un verano que, por sexto año  consecutivo, registró temperaturas más altas de lo normal, con episodios intensos y repetidos de precipitaciones en la península.

Es una obviedad que el Mar Mediterráneo se está calentando, el verano se adelanta, se prolonga y es más intenso, condiciones que pueden beneficiar al mosquito tigre al ir acompañadas de lluvias regulares como ha sucedido este año, según los entomólogos. Estas condiciones climáticas tienen dos efectos en los mosquitos: en verano, las altas temperaturas permiten que las larvas se desarrollen más rápido, acortando el tiempo entre generaciones y dando lugar a un crecimiento exponencial de sus poblaciones y el calentamiento global, con una primavera y un otoño cálido, podría alargar su estacionalidad permitiendo que los mosquitos  estuviesen activos durante más días del año.

Condiciones muy favorables a la reproducción del mosquito

Gracias a los datos del Creaf, en noviembre de 2019 se notificaron 9 observaciones de mosquito tigre y en el mismo mes de 2020  han sido 50, cinco veces más. «Después de haber modelizado los datos, considerando el número de usuarios con la aplicación por región y su grado participación, vemos que 2020  supera ligeramente a 2015 si bien sus patrones han sido muy distintos», ha comentado John Palmer, profesor de la UPF y codirector del proyecto. Las condiciones climáticas de este año  han sido favorables al mosquito de manera continua desde la primavera, mientras que en 2015 sus poblaciones explotaron exponencialmente en verano.