Los territorios que después de entrar ayer en la Fase 1 o inicial puedan pasar, el próximo 25 de mayo, a la Fase 2, podrán ampliar el abanico de actividades entre las cuales se encuentra el reinicio de la actividad escolar en determinadas etapas escolares. Sin embargo, aún quedan muchas dudas sobre cómo va a ser la vuelta al colegio de los niños.
¿Cómo se tienen que preparar los centros educativos para esta fase? ¿Hay que agotar lo que queda de curso o es mejor esperar a septiembre? ¿Qué medidas de higiene y prevención hay que tomar de cara a afrontar la nueva normalidad en los colegios?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar el documento «Consideraciones para las medidas de salud pública relacionadas con la escuela en el contexto delCovid-19», que contiene recomendaciones adicionales al plan general de salud pública que elaboró para la desescalada. La prioridad es «maximizar el beneficio educativo y de salud de los estudiantes y personal educativo».
El organismo de salud internacional cree que la vuelta al cole debe estar guiada por un enfoque basado en el riesgo y compatibilizar el beneficio educativo con la prevención de un nuevo brote de Covid-19. Los factores a tener en cuenta, dice la OMS, incluyen los factores epidemiológicos y el compromiso con el apoyo económico y social a los más vulnerables.
Como recomendaciones previas, insta a los gobiernos a tener en cuenta lo que hasta ahora se sabe sobre la transmisión y los efectos del Covid-19 en los niños, que aún requiere de más información pero que muestra una baja incidencia del virus en los menores. Además, la transmisión se produce más en actos sociales que dentro de las aulas.
En cuanto a las medidas concretas, aconseja una higiene de manos apropiada y frecuente, el uso de mascarillas si es obligatorio, e informar a los niños de los síntomas del Coronavirus y qué hacer ante su aparición.
La organización recomienda el saludo sin contacto, establecer horarios fijos para la higiene de manos, y proporcionar agua, jabón y gel en cantidades suficientes a la entrada de los colegios y en las aulas. Hay que limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia, como los pomos de las puertas, los escritorios, el material didáctico y los juguetes.
La OMS también pide limitar el riesgo de exposición o contacto físico directo en clases de educación física, deportes u otras actividades físicas, así como en los parques infantiles, las áreas húmedas y los vestuarios. En estas áreas, aconseja aumentar la frecuencia de la limpieza y limitar el número de personas dentro del recinto al mismo tiempo.
Los centros también tienen que facilitar el hecho de que los enfermos se queden en casa, crear una lista de verificación que podría incluir patologías previas, síntomas recientes, circunstancias del hogar y respecto del transporte escolar, y tomar la temperatura diariamente en la entrada a estudiantes, personal educativo y visitantes.
En el transporte hay que garantiza sólo un niño por asiento y al menos 1 metro de distancia, poniendo más buses escolares si es necesario. La OMS también recomienda aumentar el espacio entre pupitres, escalonar los recreos y los descansos para comer, limitar la mezcla de clases y aplicar un protocolo de entrada y salida de las aulas.
Propone asimismo aumentar el número de profesores para tener menos niños en el aula, ampliar el horario de educación secundaria para que haya turnos, ventilar todo los posible y promover las clases al aire libre. También habla de la teleescuela y el aprendizaje a distancia, y hace un llamamiento a evitar las aglomeraciones en el horario de recogida de los niños.