El empresario y filósofo mexicano Carlos Slim que atesora una de las mayores fortunas del mundo, parece tener la receta definitiva para reformar el mercado laboral y resolver el problema de las pensiones en España. Este empresario multimillonario ha hablado en el XIX Congreso de Directivos de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) sobre el cambio de paradigma al que se enfrenta nuestra civilización.
Allí ha realizado una exposición académica sobre el cambio de civilización que cree que el conjunto de la sociedad está viviendo ahora y ha recomendado a las autoridades que instauren un cambio definitivo para adaptarse: una jornada de trabajo semanal de tres días con 11 horas al día y elevar la edad de jubilación a los 75 años.
Se avecina un cambio de civilización
Este empresario e inversor, que controla el 81% de la constructora FCC y el 71% y 5,5% de las promotoras inmobiliarias Realia y Metrovacesa, ha destacado que esta medida permitiría abrir el mercado laboral a más personas al trabajar menos días, entre ellos jóvenes, que están siendo muy perjudicados por el mercado laboral. Así mismo, jubilarse 10 años más tarde también permitiría rebajar el coste de las pensiones, al necesitar más años para acceder a ella, y desahogaría así las cuentas públicas para destinar recursos a otros campos, como a políticas para el cambio de civilización hacia la tecnología.
De hecho, Slim ha destacado que en nuestro país se encuentra "uno de los mejores capitales humanos del mundo", pero que hay que capacitarlo y encaminarlo a las nuevas tecnologías. También ha señalado que los jóvenes son los más perjudicados ante la crisis del coronavirus a la hora de encontrar trabajo. De hecho, considera que España tiene una gran oportunidad para poder ‘reinventarse’ y aprovechar para realizar el cambio tecnológico, como han hecho ya en Estados Unidos o China con Amazon y Alibaba, ha señalado el magnate mexicano.
«No se trata de una civilización en la que hay cambios, sino de un cambio de civilización. El virus está impidiendo llegar ahí, a una sociedad que se sustente en el bienestar de los demás, pero, más allá de los problemas graves económicos y de mortalidad, al final saldremos con una situación y perspectivas más prometedoras», ha finalizado.