Aunque hasta ahora se daba por sentado que el curso escolar comenzaría en septiembre, en algunas zonas como Cataluña la oleada de rebrotes y contagios pone en riesgo el nuevo curso. Muchos se preguntan si, como sucedió en marzo con el cierre de los centros escolares, una reescalada podría llevar también a suspender el inicio de curso escolar.
La consejería de Salud en Cataluña asegura que el curso empezará en septiembre a pesar de la situación epidemiológica actual. Ahora se sabe más del Covid-19 y esto permite analizar el balance riesgo-beneficio que supone abrir las aulas en septiembre.
Las autoridades tienen más herramientos sobre cómo se contagia el Coronavirus y cómo evitar ese riesgo. Tras meses de lucha contra la pandemia, lo aprendido puede servir para planificar un inicio del curso escolar sin sobresaltos, con una suficiente capacidad de detección precoz y rápida reacción a cualquier indicio de foco de contagio.
En cuanto a riesgos y beneficios, hay dos cuestiones importantes. Por un lado, por qué deben volver los niños a la escuelas y el instituto. Por otro lado, si dadas las circunstancia actuales deben o no hacerlo y cómo garantizar una vuelta segura para todos, alumnos, profesores y resto del personal de los centros educativos.
En un artículo publicado esta semana en New England Journal of Medicine, expertos en salud pública reclaman la vuelta segura a las aulas como prioridad nacional. Según argumentan, la escuela presencial desempeña un papel clave en la educación y en la socialización, y privar a los más pequeños de ello es fomentar la desigualdad y las injusticias.
En segundo lugar, ponen de manifiesto que la principal vía de transmisión del virus son las gotas respiratorias al hablar, respirar, estornudar o toser. Una vía secundaria de transmisión son los aerosoles, partículas más finas que pueden permanecer mayor tiempo en el aire en sitios cerrados.
Por eso, dicen, las medidas de prevención tiene que ser la distancia social, la higiene de manos y respiratoria, la mascarilla y la ventilación de los espacios. Además, surge la duda de sobre si los niños son o no vectores de transmisión, y ante eso no hay una respuesta clara.
Algunos expertos afirman que los niños se contagian por Covid en porcentajes similares a los adultos, aunque desde un punto de vista clínico, la mayoría pasan la enfermedad de forma leve o asintomática. Sólo un 2% desarrolla síntomas graves y sufre complicaciones.
La evidencia científica es limitada, pero parece haber un factor de edad importantes. La incidencia del virus parece menor en los niños de menos de 10 años, que también contagian menos. Los datos preliminares de estudios recientes indican que transmiten menos la enfermedad, aunque aún queda mucho por investigar en esta cuestión.
Grupos pequeños
Si se demuestra que a partir de una edad determinada el virus afecta a los niños de forma similar a los adultos, entonces habrá que empezar a establecer protocolos de seguridad distintos para primaria y secundaria. Lo que sí tienen claro los expertos es que transmisión habrá, y que el virus entrará seguro en las escuelas e instituto.
Esto implica tener un protocolo claro de actuación. La situación en Lleida ahora mismo es muy parecida a la de marzo, y Barcelona, como Zaragoza y Navarra, está en plena escalada. Los expertos avisan: si el 15 septiembre no se ha aplanado la curva, es mejor no abrir las aulas.
La clave es llegar a septiembre con una baja incidencia, que haya pocos casos para que se puedan vigilar, seguir y cortar cadenas de contagios. Los expertos reclaman protocolos estrictos de seguridad. El protocolo para la vuelta de los niños al cole de forma segura ve grupos pequeños de 10 alumnos por profesor y que no se mezclen con otros grupos.
El caso de los adolescentes es más complicado porque deberían llevar mascarilla sí o sí y evitar mezclarse con otros grupos dentro y fuera del aula. Aún es pronto y los expertos manejan varios escenarios, pero además de prever un plan, hay que saber qué pasará con los padres si los niños no pueden empezar la escuela.