Randall Cory Young tenía 44 años y dos grandes pasiones, su familia y el surf. Llevaba tres años planeando un viaje con su mujer y sus hijos a San Sebastián, en el País Vasco, y por fin había podido cumplir su sueño. Llegó el lunes de la semana pasada a España, y el martes murió ahogado en la playa de la Zurriola.
La gran familia del surf le despidió ayer en un bonito homenaje en la misma playa donde murió. Randall Cory, surfista experimentado, estaba practicando paddle surf cuando unas olas le empujaron contra las rocas. Fruto de los golpes quedó inconsciente y murió ahogado a pesar de las labores de reanimación.
La polémica ha acompañado a la tragedia, ya que discuten si fue culpa del propio surfista, de la empresa que le alquiló el material o de los equipos de emergencia. Los socorristas apuntan que no hay que buscar culpables, pero que se podría haber evitado. Su muerte deja a toda una familia rota.
'Siempre será mi otra mitad'
Randall llevaba tiempo soñando con viajar al País Vasco, pero la pandemia había arruinado sus planes. Ahora por fin lo había conseguido, y tomó un vuelo desde Miami hasta Donostia para hacer lo que más le gustaba. Su viuda, destrozada, reconoce que en los últimos años el surf se había convertido en su gran obsesión.
Ella no pudo estar en el homenaje de despedida, pero escribió una carta en la que muestra fielmente quién era Randall. “Era honesto hasta el extremo, siempre será mi otra mitad”, afirma. Según expresa, “a mi familia y a mí nos queda el consuelo de que esta tragedia servirá para ayudar a los surfistas”.
Una docena de surfistas se lanzaron al agua con sus tablas para nadar hasta el lugar donde perdió la vida su compañero. Allí realizaron el ritual de despedida de la tradición ancestral polinesia, según la cual venimos del mar y a él regresamos. Acabaron agitando las aguas con sus manos formando un círculo.
Perdió la tabla y fue a por ella
La tragedia tuvo lugar el martes sobre las 15:00 horas, en la zona de Sagüés, en medio de un gran oleaje. Según cuentan algunos testigos, entró por la zona del espigón donde halló protección para llegar hasta la rompiente de la ola. Probablemente se le rompió el cabo que une la pierna con la tabla, y la perdió.
El surfista fue en busca de su tabla pero una serie de olas le empujaron contra las rocas, contra las que se golpeó de forma violenta. Acabó inconsciente en el otro extremo de la playa, hasta donde le había conducido la corriente en dirección norte. Un amplio dispositivo de rescate trató de salvarle la vida.
Homenaje al surfista Randall Cory Young
En su despedida, los surfistas han aprovechado para pedir más seguridad en la playa de la Zurriola. “Llevamos ya cinco muertos en once años, hay que ampliar la temporada de vigilancia más allá de los meses de verano”, reivindicaron. No han faltado las críticas al propio surfista por su supuesta inexperiencia.
Una de las playas más peligrosas de España
Donostia posee un gran prestigio como destinación internacional para los amantes del surf, y así es como Randall se enamoró del lugar. Llevaba tiempo planeando este viaje, y pudo hacerlo acompañado de su mujer, sus dos hijos y su suegra. No contaba con que su vida acabaría ahí, en las aguas españolas.
Su mujer, sus hijos y su suegra acabaron velando su cadáver a pie de playa, donde había sido arrastrado por el oleaje. Los socorristas no pudieron hacer nada por él, y denuncian que el reclamo internacional no va acompañado de medidas de seguridad. “Es una de las playas más peligrosas de España”, aseguran.
A pesar de que el número de turistas ha aumentado mucho en los últimos años, el número de socorristas sigue siendo el mismo. Apenas hay señalizaciones y no hay un servicio de vigilancia adecuado a la popularidad del lugar. Según los socorristas, hay una media de 80 surfistas en el agua todos los días.
Playa con muchas corrientes
Zurriola está ya entre las cinco playas más famosas del mundo para surfear, y en un día de buenas olas puede haber hasta 500 surfistas en el agua. Pero los socorristas denuncian que no solo no se ha ampliado la vigilancia, sino que se ha acortado la temporada. La mayoría de los socorristas son surfistas.
La playa de la Zurriola está orientada al norte y el mar entre de lleno, lo cual provoca que ante cualquier marejada se transfiera a la playa. A la que aparecen algunas olas entran de lleno en el arenal ya que no encuentran ninguna protección. Eso hace que entre mucha masa de agua que tiene que salir por algún lado.
En la Zurriola hay tres corrientes principales, una de ellas el muro de Sagüés donde murió el surfista de Florida. Hay otras dos más en la zona central de la playa y en el extremo opuesto, en el espigón. En esas zonas el agua llega con mucha fuerza poniendo en riesgo a los bañistas, como ahora ha sucedido.