El asesinato de una mujer a manos de su hijo durante una videoconferencia ha conmocionado al estado de California, en Estados Unidos. Los hechos ocurrieron el pasado lunes, 22 de marzo, en una ciudad al sur del estado.
Carol Brown, una mujer de 67 años, fue apuñalada en directo por su hijo, Robert Anderson Cotton, de 32 años, mientras mantenía una reunión laboral con algunos de sus compañeros a través de la aplicación Zoom. Uno de ellos fue testigo directo de la agresión, ya que estaba hablando con ella en el momento en que su hijo atacó a Carol y a su tío, Kenneth Preston, de 69 años, que vivía en la misma casa.
La situación fue terriblemente traumática para el compañero que lo presenció todo. Mientras Carol y él hablaban a través de la videollamada, su hijo Robert agarró a su tío, Kenneth, y lo arrastró fuera de la casa, donde le asestó varias puñaladas con un cuchillo que finalmente le ocasionaron la muerte.
Casi sin tiempo para reaccionar, Robert volvió a la casa, se dirigió a la habitación donde estaba su madre, conectada en directo por videollamada con su compañero de trabajo, y repitió el crimen, llevándosela fuera y asestándole varias puñaladas que le provocaron la muerte.
George Gascón, fiscal del distrito donde se produjeron los hechos, explicó que «este es un caso horrible en que los compañeros de trabajo de la madre presenciaron parte del ataque mientras estaban en una llamada de Zoom y llamaron a las autoridades». Lamentablemente, los servicios de emergencia y la policía no llegaron a tiempo para evitar la muerte de las dos personas.
De momento, las autoridades que se han hecho cargo de la investigación del caso no han encontrado qué motivos podrían haber llevado a Robert a acabar con la vida de su madre y de su tío. De momento, el agresor está detenido con una fianza de 4 millones de dólares por dos delitos de asesinato.
Una profesora universitaria muy querida
La muerte de Carol ha conmocionado a gran parte de la sociedad de California, pero especialmente a la comunidad educativa, de la que Carol formó parte durante una larga temporada de su trayectoria profesional.
Carol fue profesora de la Universidad Pasadena City College durante 14 años, como ella misma tenía publicado en sus perfiles de redes sociales. Recientemente, entre sus trabajos también se encontraba el de coordinadora de un programa propio.
Una de sus compañeras docentes, la doctora Cynthia Olivera, que a su vez es vicepresidenta de servicios estudiantiles, explica que «tantos recuerdos sobre Carol y el increíble trabajo que hizo con tantos de nuestros estudiantes, y el increíble espíritu que tenía, que era tan positivo, edificante y útil», recordando a la profesora.
También sus estudiantes han tenido palabras para homenajear a Carol. Dionne Shelter es una antigua estudiante que ahora trabaja en la universidad, y que quiso recordar a Carol Brown asegurando que siempre hacía que los estudiantes se sintiesen como si estuviesen en su casa cuando acudían a la universidad.
«Honestamente, me siento tan desconsolada, me siento tan triste», se sincera Dionne, que añade que «cuando no te importa de dónde viene alguien, cómo se ve, cómo puede oler o lo que sea, y lo tratas como si fuera igual que tú, eso es lo que hacía ella».
La muerte de Carol ha caído como un jarro de agua fría para su comunidad educativa, pero sin duda quien más afectado está por los hechos es su compañero de trabajo, que presenció la escena desde la distancia y sin poder hacer nada para evitarlo.