El buque Ángeles Alvariño

Cuentan qué pasará con la búsqueda de Anna cuando se vaya el buque: 'es un problema'

'Hay tres buques similares, pero robot solo hay uno', explica la periodista

Los agentes de la Guardia Civil trabajan a contrarreloj para dar con el paradero de Tomás Gimeno y su hija Anna. La pequeña desaparecida desde el pasado 27 de abril junto a su hermana Olivia y su progenitor.

Una búsqueda que ha causado un gran revuelo tanto a nivel nacional como también internacional.

Por su parte, la investigación del Ángeles Alvariño está a punto de terminar y 'El programa de Ana Rosa' ha analizado los últimos movimientos del mismo. Sus actuaciones sobre el mar y en qué punto se encuentra la búsqueda en estos momentos. Unas labores de rastreo en el fondo marino que han durado 16 días.

En este sentido, la reportera del programa ha explicado desde Candelaria, Tenerife, que el buque está cerrando la búsqueda y que en el día de hoy ha hecho un traslado llamativo: «El buque por primera vez ha cambiado de punto, está lo más lejos de la costa, al sur de la capital de Tenerife, a cinco millas y media».

«Es la primera vez que rastrea en esta zona y está agotando las últimas horas, donde terminará la misión junto a la Guardia Civil», afirma la periodista.

Por otro lado, indica que: «Hay tres buques similares, con sónar exactamente igual que el Ángeles Alvariño, pero robot solo hay uno y eso es clave para el rastreo del fondo marino y para poder recoger objetos», matiza. Ahora, la investigación «está centrada en la búsqueda de Tomás y Anna, pero la esperanza de los agentes es poder localizar el cinturón de plomo con el que se habría lastrado Tomás y llegar así a una conclusión final».

Distintas hipótesis abiertas

Los hallazgos terminan en llegar y queda apenas un día para que el buque Ángeles Alvariño abandone la zona. La consternación ante el cierre sin encontrar a la de un año, se ha convertido en la principal protagonista de la escena.

Expertos apuntan a que su progenitor podría no haber terminado con su vida y haber huido. Ahora todas las hipótesis tienen peso.

Sin embargo, el cuerpo de la benemérita cree en la hipótesis de que Tomás se suicidó el mismo 27 de abril, pero no hay cuerpo.

Hasta el momento no existen pruebas y los encargados del caso exprimen las últimas horas de la batida a bordo del buque del Instituto Oceanográfico. El objetivo es claro, localizar a Anna y a Tomás.

Por mar, tierra y aire, una búsqueda completa y delicada. Sumado a ello, se ha activado una orden de busca y captura a nivel internacional. El motivo no es otro que la comisión de dos delitos agravados de homicidio y uno más contra la integridad moral en la vertiente de la violencia de género.

Distintos especialistas afirman que la forma de Gimeno de llevar a cabo el plan, sus movimientos, su actitud y personalidad, no encajan con un perfil de persona suicida.

¿Dónde está Tomás?

«Se ha podido suicidar, estamos de acuerdo, pero existe la posibilidad no descartable de que no se haya quitado la vida. Y si no se ha suicidado hay que buscarlo. Vamos a hacer un análisis rápido con algunos puntos importantes que no admiten discusión», explica Fernando Echegoyen, marino, perito náutico y una de las máximas autoridades de la materia en España.

«A Tomás le ven cargar seis bultos. Dos bultos, lamentablemente, se ha sabido que son las niñas. Otro bulto es la sillita, que aparece en el mar. Otro es la botella, que también aparece. Me siguen faltando dos. ¿No puede ser un traje de buceo y los plomos?», pregunta al aire el experto. «¿No puede ser que Tomás cuando llegó al puertito de Güímar se lo pusiera y llegara buceando hasta la costa, por ejemplo?». «No es una barbaridad. El barco aparece a una milla del puertito, no llega a dos kilómetros. Él es un chico fuerte, equipado, puede llegar perfectamente», deja entrever Echegoyen.