Vivimos en un mundo globalizado. Por eso lo que pasa a miles de kilómetros de tu casa puede acabar afectando a tu bolsillo. Esto es lo que está sucediendo con el bloqueo comercial en el Canal de Suez a causa de un incidente con un carguero. Los expertos aseguran que lo que viene a partir de ahora puede ser una pesadilla.
El Canal de Suez es una vía marítima de 193 kilómetros situada en Egipto, y une el mar Mediterráneo con el mar Rojo. Es un lugar muy importante, porque por allí pasa el 12% de todo el comercio mundial.
¿Por qué es tan importante el Canal de Suez? Porque conecta el continente asiático con Europa a través de Oriente Medio, sin necesidad de dar toda la vuelta por África. Es como un atajo a través del cual pasan todos los días decenas de grandes embarcaciones, que se ahorran hasta 9.000 kilómetros por trayecto.
El pasado martes, uno de los cargueros más grandes del mundo, el Ever Given, encalló en el extremo sur del canal. Una tormenta de arena y viento sorprendió al portacontendores bloqueando el canal de lado a lado e impidiendo el paso de decenas de embarcaciones que forman una cola de kilómetros de retención.
La principal preocupación ahora son las tareas de rescate, que pueden llevar desde varios días hasta semanas, e incluso meses. Se tendrán que retirar hasta 20.000 metros cúbicos de arena para llegar a una profundidad de hasta 16 metros que permita reflotar el barco. Será una tarea titánica y a contrarreloj, porque cuanto más tiempo tarden en liberar el paso, más profundas serán las consecuencias económicas a nivel mundial.
Por el Canal de Suez pasan diariamente 19.000 buques al año, con 1.200 millones de toneladas de mercancías. Es un paso vital para las cadenas de suministro de todo el mundo, y según las primeras estimaciones, el colapso supondrá pérdidas de más de 8.000 millones de euros al días. Es decir, 343 millones de euros la hora.
Problemas de suministro en las tiendas
El primer problema será el bloqueo de muchos puertos europeos. Si cada día viajan 55.000 contenedores de Asia hacia Europa a través del canal, en dos días habrá un retraso de 110.000 contenedores. Cuando se consiga liberar el paso, se producirá un colapso de los principales puertos de Europa porque llegarán todos estos contenedores al mismo tiempo.
Por lo tanto, existe un riesgo real de que en los próximos días asistamos a una congestión de los principales puertos, y esto se traducirá en el suministro de lodo lo que vemos en las tiendas. Cada día que el canal está cerrado, dejan de entregarse alimentos, combustible y productos manufacturados a Europa.
Encarecimiento de la mercancía
Pero además, el colapso del comercio mundial puede derivar en un encarecimiento de las mercancías. En estos momentos hay millones de dólares en productos básicos bloqueados en el Canal de Suez. Si el canal no se libera pronto, tendrán que buscar otras rutas, lo cual significa más kilómetros, más tiempo y más combustible. Y es previsible que estos costes acaben recayendo en los consumidores.
Una de las principales preocupaciones es el impacto que pueda tener en los precios del petróleo. El Canal de Suez es una de las principales vías de transporte para el traslado de petróleo y gas natural licuado desde Oriente Medio hasta Europa. La incertidumbre que genera el bloqueo del canal ya ha provocado la subida del precio mundial del petróleo un 6%, y cuanto más dure la interrupción pero será el problema.
Impacto para España
España es el cuarto país al norte del canal que más mercancías importa y exporta a través de él, solo por detrás de Países Bajos, Egipto y Estados Unidos. De momento, el suministro de petróleo y gas natural en España está asegurado gracias a la importación de otros países, pero aun así está en riesgo la seguridad del suministro energético español.
Según estimaciones, por el Canal de Suez pasa el 16,5% del suministro de petróleo a España, una cifra que evidencia el problema que supone el bloqueo del canal un solo día. Los expertos creen que, tanto en los productos energéticos como las mercancías, el consumidor español no lo notará de manera indirecta e inmediata, pero sí a medio plazo cuando se normalice el sobrecoste por toda la cadena de suministro.