España ha quedado perpleja ante la última prohibición de un ayuntamiento gallego a raíz del coronavirus.
La grave situación epidemiológica que se vive durante esta segunda ola de contagios ha provocado que se tomen drásticas restricciones para intentar frenar el avance del virus.
Las medidas estatales, regionales e incluso municipales aprobadas tienen como objetivo disminuir la alta tasa de contagiosidad actual y evitar un confinamiento domiciliario tan severo como el de marzo.
Las restricciones durante la segunda ola de coronavirus
Las restricciones actuales a nivel nacional incluyen la implantación del toque de queda en todo el país y la reducción de aforos y horarios comerciales. Mientras tanto, las medidas que se toman a nivel autonómico están más inclinadas a limitar la movilidad.
Así, la mayoría de las comunidades autónomas han establecido el cierre perimetral de su territorio al completo y en algunos casos el cierre de los municipios y las localidades más afectadas por el virus.
Es el caso de Galicia que, a pesar de no haber cerrado la región, si ha impuesto limitaciones de movilidad en más de ayuntamientos, entre ellos las principales ciudades.
El ayuntamiento gallego de A Merca en Ourense ha decretado una medida insólita
A las medidas implantadas por la Xunta de Galicia se le suman medidas municipales que aprueban los distintos ayuntamientos y tienen como objetivo frenar la expansión del virus a nivel local.
Sin embargo, una de estas medidas decretadas por un ayuntamiento gallego han causado indignación en la población por su severidad e ilegalidad.
Según recoge el diario 'Nius', el concello de A Merca (Ourense) impidió el traslado de una víctima del coronavirus al velatorio municipal, una decisión que ha desatado las quejas de la familia del fallecido.
Emilio murió hace poco más de dos semanas en el hospital de Ourense, después de contagiarse de coronavirus en la residencia de ancianos en la que residía. El hombre tenía 84 años y perdió la vida después de estar un mes luchando contra la enfermedad.
Tras conocer el fatal desenlace, sus familiares decidieron enterrarlo en el velatorio de A Merca (Ourense), de donde eran natural la mujer y muchos familiares del fallecido.
«Todo estaba preparado para trasladarlo allí. Es más, habíamos pactado retrasar su llegada porque había otro difunto en el velatorio» cuenta José Manuel Conde, yerno de la víctima, al diario 'Nius'.
Sin embargo, cuando estaban a medio camino en el coche fúnebre recibieron una llamada que los dejó completamente perplejos.
«Nos llamaron de la funeraria y nos dijeron que no nos dejaban llevarlo allí porque el ayuntamiento no quería a fallecidos por covid», relata el familiar de la víctima todavía sin creérselo.
Emilio, el gallego que no pudo ser velado por una restricción municipal
La polémica decisión del ayuntamiento de A Merca provocó que la familia del difunto tuviera que buscar otra alternativa. Finalmente velaron el cuerpo en un tanatorio de la ciudad de Ourense.
«Imagínate el momento. Estás destrozado porque has perdido a un ser querido y te encuentras con esto. Al final decidimos que el coche fúnebre diese media vuelta. Tuvimos que buscar otro sitio», comenta el yerno de Emilio.
Tras el suceso, la familia del difunto ha mostrado su indignación con el ayuntamiento, a quien ha pedido explicaciones por esta polémica medida.
«No existe ninguna ley que impida velar a una persona que haya muerto por coronavirus. Se siguieron todos los protocolos que marca el hospital: los fallecidos por covid salen en una bolsa y dos sudarios, en una caja sellada y precintada para que no exista ningún riesgo» advierte José Manuel al diario 'Nius'.
A pesar de la presunta ilegalidad de esta medida, el ayuntamiento ha reafirmado su decisión. De hecho, el alcalde se ha responsabilizado de aprobar dicha restricción y asegura que es por el bien de sus vecinos.
«Yo no permito velar a un positivo por coronavirus en A Merca como medida de precaución. A mí nadie me garantiza que no pueda ser transmisor de la enfermedad y el responsable de esas instalaciones es el concello. Lo primero es la salud de mis vecinos y creo que la mayoría apoyan mi decisión» ha asegurado el alcalde de la localidad.