El Gobierno tiene una nueva 'patata caliente' sobre la mesa desde este martes. Se trata de la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que llegan a su caducidad el próximo martes, 1 de junio, si no se aprueba precisamente la prolongación de este mecanismo laboral. La organización patronal CEOE emitió este martes por la mañana un comunicado en el que confirmaba su rechazo a la propuesta del Gobierno, que pasa por incentivar el retorno de las personas en ERTE a sus puestos de trabajo rebajando las exoneraciones de los pagos a la Seguridad Social para aquellos que se mantengan en el ERTE.
Un problema importante sobre la mesa que debe resolverse con urgencia: antes de mañana
La propuesta no gusta en absoluto a las patronales, que la rechazaron públicamente, pero tampoco a los sindicatos. Hay, pues, una fuerte división en la mesa tripartita del Gobierno con los agentes sociales, que sitúa la posibilidad de un acuerdo lo suficientemente lejos como para que, ayer, varias voces temieran por la continuidad de los ERTEs a partir del mes de junio. El margen para negociar y aprobar lo que eventualmente se llegara acordar —debe hacerse vía Consejo de Ministros, de convocatoria extraordinaria ya que no quedan consejos ordinarios antes del 1 de junio— es muy estrecho: faltan tan solo cinco días para que los ERTEs por fuerza mayor pierdan la actual vigencia.
En este contexto, el Gobierno ha tomado una decisión: el Consejo de Ministros que debe aprobar esta prórroga se convocará para este jueves, 27 de mayo. Allí va a darse aprobación a la propuesta lanzada por el Ejecutivo, y más concretamente por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. ¿Significa esto que el Ejecutivo opta por actuar de forma unilateral y sin llegar a ningún acuerdo con patronales y sindicatos? De momento el Gobierno no tira la toalla y ha convocado para este miércoles, 26 de mayo, a mediodía, una nueva reunión de la mesa para tratar de llegar a un acuerdo de última hora.
Este martes, la ministra portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, mostraba su confianza de que el acuerdo pudiera llegar «en horas», pero lo cierto es que el Gobierno se lo juega todo a una sola carta: o hay acuerdo 'in extremis' este miércoles o deberá aprobar su propuesta en solitario, con la oposición rotunda de los agentes sociales, partidarios de mantener los ERTE en las condiciones actuales. Cabe recordar, además, que la reunión de este miércoles no va a poder contar con la presencia de la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, obligada a cancelar toda su agenda por prescripción médica.
La propuesta del ministro Escrivá divide al Gobierno
La nueva propuesta formulada por el ministerio de Seguridad Social, dirigido por José Luis Escrivá, no cuenta con unanimidad dentro del Ejecutivo, tal y como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones en debates que afectan directa o indirectamente a varios departamentos ministeriales del Gobierno. Así pues, Escrivá es apoyado por la vicepresidenta primera, Carmen Calvo; por la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Nadia Calviño; y por la titular de Hacienda, María Jesús Montero. Todas ellas ven con buenos ojos la propuesta de incentivar la reincorporación a los puestos de trabajo.
En cambio, la postura de los sindicatos y las patronales cuenta con el apoyo de la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que no ha escondido nunca que es partidaria de «no tocar aquello que ya funciona». La patata es caliente no solo por la urgencia que requiere la decisión, sino también porque tiene efectos de enfrentamiento y de rotura de la cohesión en el Ejecutivo. Tiempo de descuento, ya, para resolverlo.