En la llamada Fase 0 del plan de desescalada, la fase de preparación, está contemplada la apertura con limitaciones de los comercios y en ellos se incluye uno de los negocios más añorados desde el inicio del estado de alarma: las peluquerías. El próximo 4 de mayo podrán abrir las peluquerías, aunque acceder a ellas no será tan fácil como cabría esperar.
Y es que la condición que pone el Gobierno para la reapertura de las peluquerías es que la atención al cliente sea de forma individual y con cita previa, y ante lo solicitadas que van las peluquerías se presenta un problema que va a complicar el acceso al servicio: el overbooking, o sea, las kilométricas listas de espera que hay en muchas peluquerías.
Los primeros que se han visto desbordados son los propietarios y propietarias de peluquerías que aseguran estar desbordados porque están recibiendo una avalancha de solicitudes pero necesitan más información sobre, por ejemplo, el límite de aforo. Ahora, con cinco días por delante y decenas de miles de llamadas, se preparan para abrir sus puertas.
Las propietarias de peluquerías y centros de belleza critican que la información es escasa y ambigua y eso les pone en dificultades a la hora de trabajar. ¿Cuántas clientas pueden tener a la vez dentro de la tienda? ¿Una? ¿Tantas como sitios haya? ¿Hay que dejar sillones vacíos entre clientas? Todas estas dudas son ahora fundamentales para este negocio.
Lo único que establece el plan de transición hasta ahora es que a partir del 4 de mayo podrán abrir los establecimientos con cita previa para la atención individual de los clientes, y que deberán contar con mostrador, mampara, o cuando esto no sea posible, garantizar el máximo de protección individual.
La incertidumbre se cierne principalmente sobre esta fase de preparación, porque de cara a la Fase 1 prevista para el 11 de mayo sí se especifica que se permitirá la apertura de las peluquerías con un aforo limitado al 30% y con una distancia mínima de dos metros entre clientes. Por ahora, sin embargo, siguen las dudas sobre la Fase 0.
Una de las cosas que más preocupa a las peluquerías es la falta de tiempo para preparar los medios de protección que exige la normativa. Muchos centros temen no tener tiempo para recibir los materiales de protección como los trajes, y además se da el caso de que las peluquerías donaron 498.300 guantes, batas y geles hidroalcohólicos para hospitales y comisarías y ahora no pueden conseguir el material para su protección.
En el sector dan por hecho que muchos centros de estética abrirán por necesidad pero sin cumplir las medidas, y se preguntan por qué el Gobierno no les avisó con más antelación para poder tenerlo todo listo. En los centros de alto standing se podrán llevar a cabo medidas como tomar la temperatura a las clientas y proteger los bolsos en fundas herméticas.
Los grandes salones de belleza tienen muchos metros cuadrados para adaptarse a la medidas y pueden poner en marcha métodos de protección como máscaras de metacrilato para las dependientas y máquinas de ozono para desinfectar el ambiente. También planean ampliar el horario de 9h a 21h para atender el máximo de clientas posible.
Más difícil lo tendrán las peluquerías más pequeñas que no pueden afrontar inversiones tan grandes y desde la Alianza de Empresarios de Peluquería de España ya avanzan que el 42% de las peluquerías tendrán que cerrar por los efectos de la crisis del Coronavirus, y las que sobrevivan tendrán que adaptarse como puedan a las nuevas circunstancias.