Los test masivos a la población para detectar asintomáticos de Covid-19 permitirá al Gobierno tener un mayor control de la situación de la epidemia en España, pero también traerá una consecuencia con la que algunos no contaban: un «boom» de los contagios que empeore las cifras que manejaban las autoridades para la salida del confinamiento.
Por un lado está la estrategia de cara a la opinión pública del Gobierno, al que evidentemente no le conviene hinchar las cifras que los últimos días presentaba como un éxito. Pero es que además, un repunte de los contagios ahora puede volver a complicar el plan de desescalada que el ejecutivo tenía previsto para las próximas semanas.
La advertencia de que los test masivos dispararán las cifras de contagios en España se suma a la alarma por la aparición de 5.092 nuevos casos ayer miércoles. En la primera ronda de test masivos se examinarán 62.000 personas, pero el Gobierno está estudiando la forma de presentar las nuevas cifras de cara al público.
Sin ir más lejos, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, intentó quitar hierro al repunte de ayer achacándolo al aumento de diagnósticos y el «efecto Semana Santa». De estas estrategias para presentar la información dependerá ahora cómo se presenten las nuevas cifras con los test masivos.
Todo ello se suma al caos en el recuento de contagiados y fallecidos. Por un lado están las irregularidades en las cifras de ingresados de la UCI, reconocidas por Sanidad y que alteran la cifra de fallecidos. Por otro lado, institutos públicos y privados advierten de que no contabilizar los asintomáticos lleva a engaño, y que los contagiados y los fallecidos serían más en realidad.
Tres millones de contagiados
Si tal y como estiman algunos científicos los test masivos multiplican el número real de contagios de los 177.633 confirmados hasta ahora a los tres millones, el nuevo panorama complicaría y mucho los planes del Ejecutivo para levantar el confinamiento y reactivar la economía. Algunos hablan incluso de superar los cinco y los siete millones.
Además, los test pueden incluso quedarse cortos porque según algunos expertos únicamente darán positivo los que lleven un mínimo de 10 días contagiados, así que para tener una visión más acertada habría que aumentar las rondas de pruebas masivas. Sólo cuando el Gobierno tenga un control exhaustivo de toda la población podrá darse la epidemia por terminada.
Todo esto viene a confirmar que salir de la emergencia sanitaria será más complicado de lo que algunos esperaban. En España, el número de altas diarias aún no supera la cifra de nuevos enfermos, y todavía no se ha estabilizado la situación crítica en las residencias de ancianos. Por todo ello, el error del gobierno español puede haber sido anunciar la desescalada antes de realizar las pruebas masivas, y la OMS insiste en el peligro de la precipitación en algunas decisiones.