Enrique Fuentes, de 73 años, y Paqui Romero, de 60, salieron a cenar con la intención de volver cada uno a su casa el mismo día. Tras once días desaparecidos, fueron hallados sin vida dentro de un coche hundido en las marismas de Huelva. El caso sigue envuelto en el misterio, pero hay una hipótesis principal.
Los cuerpos hallados en El Espigón no tenían signos de violencia, motivo por el cual se descarta la hipótesis de un crimen. Las barreras del puente estaban intactas, y por lo tanto también se descarta la posibilidad de un accidente. La pregunta que surge es cómo llegó el coche de Enrique y Paqui al agua.
La zona donde fueron encontrados es un lugar con frecuentes subidas de la marea, y ahí podría estar la explicación. La principal hipótesis que barajan las autoridades es que accedieron voluntariamente a ese lugar, y que entonces se vieron sorprendidos por la marea. Una vez en el agua habría intentado escapar, inútilmente.
Las autoridades se pronuncian
El vehículo fue hallado a cinco metros de profundidad en El Espigón de Huelva, con los dos cuerpos en el asiento trasero. Podrían haber intentado buscar una salida por detrás, o quizás solo trataron de ganar tiempo mientras el coche se hundía. La única realidad es que todos sus intentos por salvarse fueron en vano.
La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación del gobierno andaluz apunta a la subida de la marea como hipótesis principal: "Una trampa mortal". Aun así, aclara también que hay varias líneas de investigación y que necesitan tiempo para conocer más datos sobre lo ocurrido. Según ha avanzado, la autopsia podría ser clave en ese sentido.
La autopsia de los cuerpos fue practicada el pasado domingo. El juzgado de instrucción número 5 de Huelva ha decretado el secreto de sumario de las actuaciones, hecho por el cual no ha trascendido más información. La investigación está en manos de la Brigada judicial de la Policía Nacional de Huelva.
Las pistas de este extraño caso
Las familias de Enrique y Paqui tenían claro desde el principio que no se trataba de una desaparición voluntaria. Por eso removieron cielo y tierra para encontrarles lo antes posible. Los peores presagios se confirmaron el pasado sábado por la tarde, cuando un ciclista vio el techo del coche emergiendo del fondo del río.
Los efectivos de emergencia rescataron el coche y confirmaron que se trataba del Peugeot 308 gris de Enrique. El hallazgo se produjo en una zona de fuertes corrientes provocadas por la marea, y con nula visibilidad. En la horabaja, suele ser muy transitada por ciclistas y corredores, lo cual permitió el descubrimiento.
El Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil sacaron el coche del agua y lo pusieron en tierra firme. Las tareas fueron seguidas de cerca por los familiares de los dos desaparecidos. En el asiento de atrás divisaron el cuerpo de dos personas, que tal y como se comprobó, eran los de Enrique y Paqui.
Investigación bajo secreto de sumario
Enrique y Paqui tenían una relación de amistad y solían quedar a menudo para cenar y pasear. Los dos tenían muy buena relación y nadie sospechó nunca que la desaparición había sido voluntaria. No se aprecian señales de lucha ni en el coche ni en los cuerpos, y todo apunta a un lamentable infortunio.
Los dos conocidos desaparecieron el 26 de octubre. Cuando sus familiares les llamaron al ver que no volvían, sus teléfonos ya estaban desconectados. Ahora, sus teléfonos están en manos de la policía, para ver si pueden rastrear el camino que siguieron antes de fallecer.
Los cadáveres fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Huelva, y el coche fue analizado por la Policía Científica. La autopsia permitirá conocer la causa de la muerte y la fecha aproximada. Los informes de posibles rodadas de la calzada y del interior y el exterior del vehículo ayudarán a entender qué sucedió.
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