Para los que hemos vivido la pandemia desde el principio hemos ido poco a poco aceptando la nueva situación que el Covid-19 nos ha obligado a vivir. La obligatoriedad del uso de mascarilla, la distancia social y los cambios en nuestro día a día han ido calando en la conciencia de cada uno hasta el punto de que ya lo vivimos con resignación.
Pero esta nueva realidad puede llegar a ser como una auténtica pesadilla si se ha estado aislado de todo lo que nos rodea. Esto es lo que le ha pasado a Michael Kovrig, exdiputado canadiense y preso en China desde 2018 por espionaje. Kovrig permanece en aislamiento desde el pasado mes de enero y no ha tenido acceso a ninguna noticia del mundo exterior.
No ha sido hasta que Dominic Barton, el embajador de Canadá en China, tuvo acceso virtual a algunos presos en el país asiático con los que pudo hablar entre los que se encontraba Michael Kovrig. El canadiense lleva preso dos años y ni su embajada ni su familia han tenido noticias suyas durante todo este tiempo. Así lo cuentan en el periódico 'The Guardian' y lo recoge el diario 'As'.
En enero Michael pasó a un aislamiento extremo dónde desconocía por completo la situación mundial que se estaba produciendo como consecuencia de la pandemia provocada por el coronavirus. Después de hablar con Dominic Barton, Kovrig se sintió «muy aliviado al recibir noticias del mundo exterior y particularmente alentado por las garantías sobre la salud de todos los miembros de la familia y los esfuerzos en curso para asegurar su libertad» desveló su esposa a la cadena CBC.
«Estamos extremadamente orgullosos de que, a pesar de su largo confinamiento, el espíritu, la determinación e incluso su sentido del humor de Michael permanezcan intactos» aseguró Vina Nadjibulla, haciendo alusión a la reacción que tuvo su marido cuando se enteró de la llegada del virus a todos los países del mundo y sus consecuencias.
Kovrig «se sorprendió al conocer los detalles de la pandemia de Covid-19 y comentó que todo sonaba como una 'película de apocalipsis zombi'» confesó su esposa. Sin duda una opinión compartida por muchos y más teniendo en nuestra memoria la histeria en las compras desenfrenadas que se produjeron en los primeros días de la pandemia y el confinamiento extremo que vivimos para evitar los contagios, escenarios dignos de la mejor de las películas.