La tercera ola de coronavirus ha supuesto que muchas comunidades autónomas se encuentren en riesgo extremo por sus elevados indicados tanto en ocupación de UCI como en incidencia acumulada. Preocupan y mucho comunidades como Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Rioja e Islas Baleares, que superan con creces los límites marcados por el Gobierno Central en su día, para considerar un territorio en alto riesgo.
Es por eso que varias autonomías ya han pedido que el Gobierno Central les permita decretar un confinamiento domiciliario, pues el actual Estado de Alarma no permite legalmente esta posibilidad. Hasta el momento, tanto Salvador Illa, como Pedro Sánchez han rechazado esa posibilidad, argumentando que las medidas que están adoptando las distintas comunidades autónomas son más que suficientes, mientras instan a esperar a que se vean resultados, haciendo un llamamiento a la paciencia.
La propuesta de los populares
Pero un cambio de posición del PP podría facilitar que se declarara un nuevo Estado de Alarma que permitiera ese confinamiento; de hecho, según apunta el diario 'La Razón', eso es lo que se están planteando desde la bancada azul. En el PP son conscientes de que su apoyo a un supuesto nuevo estado de alarma que incluyera el confinamiento domiciliario es clave, y están dispuestos a dar el voto a favor. De hecho, tres autonomías donde gobierna el PP ya han pedido al Gobierno que actúe y les dé un marco legal para aplicar un confinamiento domiciliario, como única medida que les queda para parar el ascenso de los contagios.
Es por eso que los populares habrían decidido mostrarse favorables a aprobar un hipotético nuevo Estado de Alarma para así atender la necesidad urgente de las autonomías: «Algo hay que hacer. Lo lógico es que si una comunidad autónoma lo pide, pueda actuar y tomar todas las medidas que considere necesario, ya que al fin y al cabo los gobiernos autonómicos son los que tienen más conocimiento de la situación», han apuntado desde las filas del PP al citado medio.
Un apoyo que llega después de que el PP se abstuviera en el último Estado de Alarma, y dejara de apoyar la prórroga del estado de alarma la pasada primavera.
Sin embargo, Pablo Casado siempre ha reclamado que se modifique la Ley Orgánica de Salud Pública para que se dote a las autonomías de las armas jurídicas para que sean ellas las que decreten el confinamiento domiciliario sin la necesidad de un aplicar un estado de alarma desde el Gobierno Central.
«El Gobierno debe articular un marco nacional que deje un margen de actuación a las comunidades autónomas y entes locales dependiendo de la incidencia del coronavirus que tengan», apuntaba ayer Casado.
El Gobierno Central, a la espera
Por el momento, el Gobierno Central sigue rechazando la posibilidad de un confinamiento domiciliario, pues además, hay muchos intereses políticos en juego. Y es que aunque desde el ejecutivo se apunte a que estamos como en la segunda ola de noviembre y que entonces no fue necesario el encierro domiciliario, no pasa desapercibido que una restricción de este calado desgastaría mucho al Gobierno Central, y concretamente al ministro Illa, que se presenta a las elecciones del 14 de febrero en Cataluña y que teme perder la popularidad y buena valoración de la que goza actualmente.
Lo que muchos tienen claro es que algo hay que hacer, y reclaman al Gobierno Central su responsabilidad, que no se desentienda de la gobernanza del conjunto de España y que deje de mantenerse a la espera, pues el resultado de la Navidad confirma que la apuesta por buscar un equilibrio entre salud y economía no ha servido ni para salvar la economía ni para salvar vidas.