Tras muchos años de silencio ante los medios de comunicación, Rocío Carrasco ha vuelto a la pequeña pantalla para contar los episodios más duros de su vida, marcados por la relación con su madre, su malestar con el resto de su familia, la separación con quien fue su marido Antonio David Flores, y el distanciamiento con su hija. No hay duda de que los dos primeros capítulos de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva', han generado una gran expectación ante toda España y así lo demuestran unos datos de audiencia espectaculares por parte de Telecinco.
Sin duda alguna, son varias las declaraciones de Rocío Carrasco que han generado impacto tras 25 años de absoluto silencio ante los medios de comunicación, como su intento de suicidio el pasado 5 de agosto de 2019. Pero su relato también ilustraba a la perfección la dureza de su relación con su exmarido, Antonio David Flores. «'Te vas a cagar Rociíto', me dijo cuando me separé y me devolvía a mis hijos en casa. 'Te voy a quitar a tus hijos'. Y lo ha conseguido. Me ha quitado lo que más he querido en la vida, que son mis hijos. Yo he tenido a mis hijos muertos en vida, he tenido que hacer como que no los tengo, a pesar de estar vivos», decía la hija de Pedro Carrasco y Rocío Jurado.
Carrasco también narró presuntos malos tratos por parte de Antonio David Flores. «Él me agarró del pelo y me dio con la cabeza en la mesa», describe Rociíto durante los primeros episodios del documental. El compendio de declaraciones generó una oleada inmensa de reacciones en las redes sociales. Casi un tsunami del cual tampoco escapó la clase política de nuestro país: es más, han sido varios quienes han reaccionado ante la impresionante confesión formulada por la hija de Pedro Carrasco y Rocío Jurado; y lo han hecho desde prácticamente todos los colores del espectro político español.
De Unidas Podemos a Vox, pasando por el PSOE o Más País
La ministra de Igualdad, Irene Montero, desde Unidas Podemos, era de las primeras en reaccionar en Twitter. «El testimonio de Rocío Carrasco es el de una víctima de violencia de género: cuando una mujer denuncia públicamente la violencia puede ser cuestionada o ridiculizada. Por eso es importante el apoyo», manifestaba Montero, que añadía que «este testimonio ocupará muchas horas de televisión, pero muchas otras mujeres se verán también reflejadas». «Una de cada dos mujeres ha sido víctima de algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida: todas y cada una de ellas importan», recordaba la titular de Igualdad del ejecutivo estatal.
También desde el Gobierno reaccionaba el PSOE. Lo hacía a través de su vicesecretaria general, Adriana Lastra, que defendía que «Rocío Carrasco es una mujer valiente, una superviviente». «Su testimonio tiene un gran valor para visibilizar la violencia de género. No pararemos hasta que la vida sea segura y libre para todas las mujeres», aprovechaba para manifestar la política socialista. Desde la izquierda también reaccionaba el líder de Más País, Íñigo Errejón. El portavoz de esta formación en el Congreso de los Diputados apostillaba sobre la confesión de Carrasco que se trata de «un testimonio de maltrato que muchos pondrán en duda, igual que lo hicieron con Ana Orantes. Igual que lo han hecho con tantas y tantas mujeres». «Por eso es tan necesario el feminismo», remataba su mensaje en Twitter el propio Errejón.
Incluso Vox reaccionaba al terremoto televisivo de Rocío Carrasco emitido el pasado domingo por la noche. Su líder en la Comunidad de Madrid i candidata en las elecciones del próximo 4 de mayo, Rocío Monasterio, se fijaba en el relato de Carrasco sobre cómo su exmarido había logrado, según ella, poner a sus hijos en su contra. Monasterio ponía el acento en esta cuestión y, acorde con las tesis de su partido, apuntaba que este es un daño que pueden sufrir tanto madres como padres: «Hoy media España ha entendido lo que es el síndrome de alienación parental. Lo sufren miles de niños, unos víctimas de padre, otros de madre». No ha habido, en cambio, reacciones a la entrevista desde formaciones como el PP o Ciudadanos.
El hecho nada frecuente de que líderes políticos de tan variopintos colores salgan a opinar sobre el contenido de un programa televisivo, del corazón para más inri, da una buena muestra sobre el impacto que ha tenido sobre la sociedad española la emisión de los primeros capítulos del documental-entrevista a Rocío Carrasco. El contenido de sus confesiones, tras un cuarto de siglo de silencio, dejó a España muda y dio una versión estremecedora de su vida y de su relación con Antonio David Flores, habitual colaborador de la cadena. Mediaset tomaba este lunes una decisión ejemplar y, tras las acusaciones proferidas por Rocío Carrasco, decidía apartar a Flores de Telecinco. Habrá que estar pendientes de lo que ocurra en las próximas emisiones del programa: los futuros episodios de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva' pueden volver a tambalear los cimientos de media España.