Elena Vanessa Martínez es desde septiembre de 2020 la presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) tras sustituir a Pere Godoy, que dejó el cargo por motivos profesionales. Además, Martínez es funcionaria de la Dirección General de Salud Pública y pone en valor que lleva toda la pandemia «trabajando de sol a sol», trabajo que le «salvó» para «no desquiciarse» en casa con sus tres hijos.
La presidenta de la SEE quiere dejar claro que durante lo que llevamos de pandemia se ha sido injusto con el epidemiólogo más famoso de España. «El descrédito al equipo del doctor Fernando Simón es injusto», afirma en una entrevista para el diario 'ABC'. A pesar de todo, sobre la gestión del Gobierno, Martínez reconoce abiertamente que hubo muchos aspectos en el confinamiento y la desescalada que pudieron llevarse a cabo mucho mejor.
¿Cómo serán los próximos veranos en España?
En primer lugar, Martínez se refiere al año pasado y a los errores que apreció ella, como lo sucedido en Madrid. «Nunca vimos demasiado sentido a cerrar los parques» en ciudades como Madrid. Además, explica que las terrazas «deberían haber permanecido abiertas desde el final de la primera ola. No se ha tratado de demonizar al sector, muy afectado, pero hay muchos otros como estamos viendo. No es el único», ha dicho.
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«Nos han sacado de nuestra vida y no es fácil adaptarse a cambios impuestos. Deberían haber sido siempre criterios técnicos, los expertos los que dictasen las normas. Pero la ciencia ha tenido que aprender en un año lo que tarda decenas. Si digo una cosa, y la realidad impone otra, resta credibilidad. Es lo que ha pasado», ha explicado en 'ABC'.
Ahora solo queda mirar al próximo verano y Elena sabe que «la gente busca el horizonte: ahora saber cómo va a ser el verano. Es lógico. Estamos muy cansados e intentamos evadirnos. El daño a la salud mental es incuestionable. Además del médico de cabecera, necesitamos un psicólogo de cabecera. Y lo que hay que saber es que en verano no estaremos encerrados, pero no será como hace dos veranos», ha confesado.
La autocrítica de la presidenta de los epidemiólogos españoles
Elena Martínez no rehúye de las críticas y confiesa los errores en la gestión de la pandemia: «Al principio no nos dimos cuenta del alto porcentaje de asintomáticos y no se adoptaron medidas ajustadas en ambientes cerrados, en los hogares y sobre el uso de la mascarilla». A su vez, pone en valor que el acierto de «no cerrar las escuelas este curso. Lo que se buscó en el confinamiento domiciliario de la primera onda no se hizo pensando en que los niños contagiaban; fue buscar el modo de inmovilizar a los padres», ha valorado.
Preguntada por lo que nos viene, con el miedo a que una cuarta ola comience en España, Martínez advierte que «me preocupa como epidemióloga que este virus y nuestro comportamiento ante él es difícil de mejorar. La cuarta ola aún es evitable, pero, como en Navidad, se ha visto que cuando estamos totalmente encerrados, lo controlamos. Si abren, multiplicamos los contactos sociales y en pocos días la incidencia se nos vuelve a escapar de las manos», ha explicado.
«Cerrar en Semana Santa era imprescindible»
«Todos tenemos cierta necesidad de volver a la normalidad, pero nos ponemos en riesgo, hay mayor predisposición a quedar más de una vez al día, con más grupos y realizar diferentes actividades. Tengo respeto, incluso miedo. Cerrar en Semana Santa era imprescindible», ha señalado la presidenta de la SEE.
Por último, sobre la vacuna Elena Martínez ha creído correcto el aplazamiento de la dosis de AstraZeneca hasta que la EMA no ha dado el visto bueno. Ahora ya sí tiene toda la confianza en dicha vacuna. «Ahora temo el efecto rebote y que se extienda la mala reputación hacia el resto de vacunas. En España hemos pecado de no ser más restrictivos. Yo lo hubiera sido mucho más», concluye.
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