Un descuido podría haber acabado en tragedia en suceso que ahora ha salido a la luz. Los hechos ocurrieron en Móstoles (Madrid) a finales del mes de septiembre. La Policía Nacional rescató a un niño de dos años que deambulaba solo por la calle después de haberse marchado de casa.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid, a finales de septiembre el 091 recibió una extraña llamada. Una mujer aseguraba haber encontrado a un niño de unos dos años sentado en el banco de una marquesina. Una patrulla de la Policía Nacional se dirigió hasta el lugar para comprobar qué sucedía.
Al llegar encontraron un niño pequeño que no iba acompañado de ningún adulto. La tarea de los agentes se complicó porque el menor en cuestión no decía ni palabra. Inicialmente, no sabían su identidad, ni de dónde venía ni cómo localizar a los familiares o responsables.
El menor fue conducido a dependencias policiales, donde a través de unas gestiones consiguieron encontrar su procedencia. El niño se había marchado de casa por un descuido de su cuidador. Abrió la puerta y salió a la calle sin que el adulto que estaba a su cargo se percatara de su ausencia.
Estuvo casi una hora caminando
El niño estuvo deambulando por las calles casi una hora antes de llegar a la parada del autobús. Recorrió varias calles desorientado y sin llamar la atención de los transeúntes. Finalmente, cansado de andar, se sentó en un banco de la marquesina.
El grupo de Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de la Comunidad de Madrid realizó las comprobaciones oportunas. A continuación, entregaron al niño a los familiares “en perfecto estado”. Finalmente, lo que podría haber sido una desaparición acabó bien.
Más frecuente de lo que parece
Se desconocen las circunstancias exactas en las que tuvo lugar este suceso en concreto. Pero la tendencia de algunos niños a irse de casa es más frecuente de lo que imaginamos. Recientemente se han dado casos de niños de 2 y 4 años que fueron hallados deambulando en la calle, en Granada y en Pamplona.
Algunas veces, estos niños pertenecen a entornos desestructurados, pero en otros casos la pérdida responde simplemente a un descuido. Además, hay niños especialmente propensos a abrir la puerta de casa en cuanto pueden y huir. Algunos padres a los que les sucede no le dan importancia, o no saben a quién acudir.
Los pediatras clasifican este comportamiento como un fenómeno llamado vagabundeo, que puede estar asociado a algunos trastornos. Por ejemplo, es una conducta propia de los niños autistas, aunque no solo a ellos. También puede estar vinculado con el déficit de atención por hiperactividad (TDAH) y otros desajustes psiquiátricos.
¿Accidente o negligencia?
Con este tipo de trastornos, el merodeo es relativamente frecuente. Los niños exploran algo que le atrae fuertemente, como ruidos, o porque quieren huir de algo que les molesta. Cada niño es un mundo distinto, y ante la aparición de estos problemas es recomendable acudir a un pediatra o a un especialista.
La policía trabajó desde el primer momento bajo la hipótesis de una desaparición accidental, fruto de un descuido. Aunque fuera debido a un despiste, no existe la posibilidad de que pueda ser imputado ningún delito como abandono de menores. No hubo ninguna negligencia grave, ni intencionalidad.
El bebé ya se encuentra nuevamente con sus padres, que en la próxima ocasión tendrán más cuidado a la hora de vigilar a su pequeño. La Policía Nacional recuerda la importancia de mantener a los niños vigilados, sobre todo cuando son tan pequeños. También hace un llamamiento a la población, para avisar cuando aparecen niños andando solo por la calle.