El hallazgo de unos restos humanos en un pozo de O Porriño (Pontevedra) el 22 de febrero de 2021 tienen a la policía desconcertada. Llevan meses investigando quién podría ser el fallecido y cómo ocurrieron los hechos. Para resolver el caso sólo cuentan con el cadáver y las llaves de un coche.
Ante las dificultades para llegar hasta el fondo del asunto, la policía ha decidido recurrir a la colaboración ciudadana. A través de técnicas de aproximación facial han conseguido elaborar un retrato robot del hombre hallado en el pozo. Piden que si alguien reconoce la cara ofrezca información a la policía.
Es el mismo procedimiento que hace unos días utilizó la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife para identificar a un fallecido. En España hay más de tres mil cadáveres sin nombre y apellido, la mayoría de los cuales nunca se llegan a identificar. Este caso es diferente, porque se trataría de un crimen.
Rasgos del fallecido
La magistrada del juzgado de instrucción número 3 de O Porriño ha autorizado la publicación de un retrato robot del fallecido. La imagen ha sido confeccionado con avanzadas técnicas de aproximación facial. Esto es posible gracias a la antropología forense, que a través de unos parámetros permite reconstruir las facciones.
El cuerpo fue hallado por un empleado de una empresa de limpieza cuando se disponía a realizar unos trabajos en la nave. El cadáver estaba muy deteriorado, lo que ha impedido ofrecer la imagen real de la cara del fallecido. Sin embargo, la técnica de aproximación facial permite una reproducción muy acertada.
A partir de la estructura ósea de la cara, los antropólogos forenses pueden perfilar un retrato fidedigno de la persona fallecida. El retrato ha sido elaborado por la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia. Esperan que esto sirva para resolver un caso tras el cual se encierra un crimen.
Las llaves de coche
Junto al cadáver aparecieron las llaves de un vehículo antiguo marca Renault y una llave convencional. También había monedas acuñadas en Portugal, que completan las pruebas para resolver este misterio. Las pruebas genéticas no han sido suficientes para identificar el cadáver, así que se ha recurrido al retrato robot.
Los expertos señalan que se trata de un hombre de entre 30 y 40 años, de 1,75 metros de altura y complexión fuerte. La muerte se habría producido entre 2017 y 2020, y en el cadáver habría signos externos de violencia. Piden a la ciudadanía que observen el retrato y se pongan en contacto con la policía si lo reconocen.
Los forenses aseguran que el hombre tenía la piel blanca, el pelo oscuro y los ojos color de miel. El retrato base de la cara y la cabeza incorpora distintos tipos de pelo, desde pelo largo a corto, con barba y sin ella. La Guardia Civil de Pontevedra concluye que el fallecido era un ciudadano portugués.
Muerte violenta
Si alguien reconoce el rostro o las llaves puede ponerse en contacto con la Guardia Civil de Pontevedra al 600 461 444. La principal hipótesis es que se trata de una muerte violenta ya que presentaba un fuerte golpe en la cabeza. La tapa del depósito estaba cerrada, con la clara intención de ocultar el cadáver.
El cuerpo se encontraba en posición rígida con los antebrazos y las manos deshechas, así que no descartan la amputación. Para mayor misterio, encontraron una mancha azul en los dientes del fallecido. Creen que puede ser un palo con el que golpearon a la víctima, como la escoba que encontraron cerca de allí.
Pero los resultados científicos descartaron que se tratara de ese objeto, y devolvió a los investigadores al punto de partida. Las pesquisas se encuentran en un punto muerto. La identificación del cadáver sería un importante paso adelante para resolver el caso, y por eso piden la colaboración ciudadana.