Consternación en Badajoz. La ciudad pacense ha amanecido este viernes con una fatal noticia: el cuerpo de Pablo Sierra ha aparecido sin vida en el río Guadiana. El cadáver del joven de 21 años ha sido localizado a las 10.00 horas por un perro de la unidad canina de la Policía Nacional.
Pero horas después la investigación ha dado un vuelco. Pues si hace unos días la Policía especulaba con la posibilidad de que se tratara de un suceso violento, ahora apuntan a que se podría tratar de un accidente. De hecho, la principal hipótesis policial sostiene que el Pablo habría podido sufrir “un terrible accidente”.
La Policía, pues, descarta la hipótesis de que alguien acabara con la vida del joven Pablo Sierra. La principal pesquisa policial sostiene ahora que el joven se cayó al río Guadiana y murió ahogado la misma noche de su desaparición.
Una búsqueda de 14 días
Fueron 14 días de búsqueda incesante. El joven, de tan solo 21 años, desapareció la noche del 2 al 3 de diciembre en Badajoz. El joven había estado por la zona de bares situada en el casco antiguo y fue en aquel preciso instante en el que se le perdió la pista.
Primero la Policía trabajó con la posibilidad de que el cuerpo del joven hubiera caído al río o que se hubiera ido voluntariamente. El hallazgo de un móvil con restos de sangre, pero, dio un vuelco a la investigación. Pues eso llevó a pensar que se trataba de una muerte violenta.
Posteriormente, la Policía puso su foco en varios puntos de Badajoz capital y en varios descampados. Al final, nada más lejos de la realidad: el cuerpo de Pablo Sierra estaba en el interior del río Guadiana.
Todavía quedan dudas por resolver
Y es que Yolanda García Seco, delegada del Gobierno en Extremadura, aseguró en las horas posteriores al hallazgo de Pablo que “todavía debe hacerse la identificación completa”.
Según la misma delegada, la autopsia “se hará lo antes posible para que la familia por fin pueda tener descanso”.
El inspector Chema Gordillo reconocía tras García Seco que la hipótesis más certera es la que sostiene que Pablo sufriera un “fatal accidente”. Y que, al fin y al cabo, su muerte fuera accidental.
Aun así, la investigación continúa abierta y el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz se hará cargo del caso.
La duda que planea sobre la desaparición de Pablo
Los investigadores lo tuvieron claro desde el primer momento: los últimos movimientos de Pablo durante la noche del 2 de diciembre eran claves. Y por eso, la investigación se centró en la discoteca donde el joven estuvo antes de desaparecer. Básicamente, porque al salir había tenido una pelea.
Por eso mismo, la hipótesis de una muerte violenta empezó a cobrar vida. Al final, ni una cosa ni la otra, pues todo apunta a una muerte accidental.
Ahora la autopsia del joven esclarecerá las causas de un suceso que ha sacudido la ciudad de Badajoz.