Podemos sigue con su ofensiva al sector económico del Gobierno y presentará una bateria de medidas para personal al PSOE y desmontar la reforma de las pensiones que lleva a cabo el ministro Escrivá. El partido de Pablo Iglesias quiere crear un nuevo impuesto para los dueños de pisos vacíos, ya sean fondos y bancos o propietarios particulares.
Con la presentación de esta propuesta, el líder de Podemos quiere marcar perfil ante el sector más conservador del Gobierno, y demostrar a su electorado que su prioridad es aumentar la recaudación aplicando medidas sociales.
Los cálculos de Podemos pasan por los 4,3 millones de pisos vacíos en España de los que se puede sacar un rendimiento vía impuestos. La formación entiende que el problema de la vivienda en España no es de oferta y demanda, sino de la política de los propietarios que en un momento de crisis como el actual tiene que corregirse.
Su intención es incluir la nueva medida en la ley de vivienda que está discutiendo el Gobierno con bastantes desencuentros. Una de ellos fue la ley antidesahucios, en la que finalmente Podemos logró incluir la prohibición de desahuciar a personas consideradas «vulnerables». Ahora sigue con su ofensiva y presenta esta nueva medida que los socialistas ya se han negado a incluir en la ley de vivienda.
El problema de la vivienda en España se ha manifestado con más intensidad durante la crisis derivada de la emergencia del coronavirus. Durante el último año se han disparado los impagos de alquileres, y Podemos critica que sigue habiendo propietarios que se niegan a asumir rebajas en el alquiler en el contexto de crisis.
Una de sus propuestas consiste en movilizar el parque de viviendas vacías, algo que ya estuvo a punto de promover el Gobierno de Pedro Sánchez hace dos años. En aquella ocasión, no salió adelante por las protestas de los sectores afectados enmedio del debate sobre si activar medidas incentivadores o coercitivas.
Los propietarios dicen que ya pagan impuestos
Podemos prepara ahora un paquete de medidas que incluirá un nuevo impuesto para aumentar la aportación de los más ricos a las arcas del Estado. Tal y como explican desde la formación, «solo con el impuesto a los pisos vacíos puedes resolver muchos problemas en las pensiones y evitar los recortes que quiere Escrivá».
Pero tal y como pasó dos años atrás, es previsible que el sector se oponga a la medida y en el llamado sector económico del Gobierno quieren parar los pies a Pablo Iglesias. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ya ha dejado claro que la medida es inviable y recuerda lo que decían los propietarios hace años, que la solución no puede pasar por penalizar a los dueños.
Los propietarios consideran que ya pagan impuestos por tener pisos vacíos, como el IRPF, el IBI y el impuesto de patrimonio. Pero Podemos insiste en que hace falta «intervenir» el mercado de la vivienda en contra de la intención del PSOE. Los dos partidos del Gobierno discrepan también en la propuesta de obligar a los bancos y fondos a entregar un 30% de sus pisos de alquiler social.
La imposición de una tasa a los propietarios de viviendas vacías ya se intentó hace años en el ayuntamiento de Barcelona, pero el Tribunal Supremo lo desautorizó. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quería gravar con 286 euros a los dueños de pisos vacíos, pero los jueces determinaron que el ayuntamiento no tenía autoridad para eso.
Tensión creciente en el Gobierno
Por ahora, el ministro Ábalos está intentando parar los piés a Pablo Iglesias pero fuentes del Gobierno aseguran que este no se detendrá. Podemos ha puesto la directa en asuntos como las pensiones y la reforma laboral, y se esperan semanas movidas con un enfrentamiento entre los dos sectores del Gobierno.
La estrategia de Iglesias pasa porque la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, haga presión para acelerar la reforma laboral, mientras él se dedica a hacer presión en la cuestión de la vivienda para debilitar también al ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en el tema de las pensiones. Iglesias mantiene desde hace meses un pulso con Escrivá y Nadia Calviño, vicepresidenta económica, que se ha agravado con la ampliación de los años de cotización para la jubilación. Esta es, según advierte Iglesias, una línea roja que no están dispuestos a cruzar.