Imagen de recurso de una trabajadora trabajando a distancia desde casa

Plus del teletrabajo: fórmulas para que las empresas lo empiecen a pagar al trabajador

Los empresarios tendrán que abonar o compensar a los trabajadores por trabajar voluntariamente desde casa

Imagen de recurso de una trabajadora trabajando a distancia desde casa
Los empresarios calculan si les sale a cuenta el teletrabajo | Cedida

En España, la pandemia y la necesidad de mantener la distancia social han provocado que más de tres millones de trabajadores, más del 16%, se hayan pasado al teletrabajo. Esto es cuatro veces más que el año pasado. Y con la consolidación progresiva de esta forma de trabajar, empresarios y empleados aprenden a adaptarse a ella. 

La patronal defiende el potencial que tiene el teletrabajo pero también alerta sobre sus consecuencias negativas: el compromiso de los trabajadores, la productividad real, la invasión del tiempo y el espacio privados, la escasa preparación de los jefes para gestionar equipos virtuales, los conflictos familiares y los efectos psicológicos y físicos de la soledad. 

Por su lado, los sindicatos denuncian jornadas de sol a sol, horas extras sin abonar ni compensar, y la imposibilidad de acogerse al derecho a la desconexión digital. Además, gran parte de las plantillas han tenido que soportar los gastos derivados de la actividad y no cuentas con el material adecuado para el desempeño de sus funciones.

Patronal y sindicatos trabajan ahora con el Gobierno en la Ley del Teletrabajo para regular esta novedosa forma de trabajar. El anteproyecto de ley contempla que el empresario se haga cargo de los gastos derivados del desempeño de las tareas desde casa.

La normativa contempla mecanismo de compensación de gastos. La compañía estará obligada a aportar todos los medios necesarios para la actividad laboral, y el trabajador tiene derecho a ser compensado por cualquier gasto, directo o indirecto. Pero no se establecerá una fórmula de cálculo fija y común.

Doble coste

Según el borrador, en el acuerdo individual del teletrabajo deberá pactarse esta forma de cuantificación de la compensación. Lo recomendable según los expertos es fijar una cantidad exacta mensual o anual para que el trabajador no tenga que estar pasando constantemente las facturas al departamento de recursos humanos.

Según los expertos, si el trabajador cree que al final del año ha gastado más de lo acordado, tendrá que acreditarlo. El teletrabajo no debe suponer que se dupliquen los costes, ya que el hecho de trabajar a distancia no tiene que duplicar el coste partiendo de la base de que el teletrabajo es voluntario tanto para la empresa como para el empleado.

La lista de medios necesarios es extensa, pero no significa que la empresa deba asumir todos los costes. En un puesto que no requiere llamar frecuentemente no se incluiría el teléfono, o en un puesto que implique costes de desplazamiento la empresa sólo cubrirá la parte proporcional correspondiente. 

A largo plazo, más rentable

En referencia a las compras o pago de recibos, algunos expertos ven justo que la empresa abone los costes de adecuar el espacio de trabajo, de la factura de internet o de la luz, y del aumento de electricidad que cuesta trabajar desde casa: la calefacción en invierno y el aire acondicionado en verano.

El tamaño de cada empresa será clave para calcular si sale a cuenta la implantación de este sistema. Hay una serie de costes que se mantienen, como personal, mantenimiento de infraestructuras o la parte fija de suministros y wifi. Hay otros costes que se verán reducidos, como la parte variable del consumo de agua y luz o los gastos del personal presencial.

El tiempo de jornada laboral será también un factor determinante para cuadrar las cuentas. Aquellos que se adhieran al teletrabajo deben desempeñarlo durante toda su semana laboral para que suponga un ahorro en las cuentas de la compañía. La estabilidad y el largo plazo serán fundamentales para que este sistema compense a los empresarios. 

Trasvase de gastos

Los expertos dicen que con el confinamiento total sí hubo una reducción de los gastos relevante, pero que con la vuelta a la actividad el trabajo presencial y el teletrabajo aumenta los costes de algunas empresas. Además, los ahorros en gastos de alquiler o electricidad tendrían lugar si se trata de un teletrabajo estable que permita a la empresa replantear las ocupaciones máximas y renegociar las instalaciones de menor ocupación.

Además, el trabajador también sale ganando en algunos aspectos económicos. Los gastos que se generan al teletrabajar tienen que ver con mayores consumos de suministros, pero a cambio también hay ahorros como la comida en establecimiento de restauración, los importes dedicados al desplazamiento o los de vestuario.

Los cálculos son difíciles de hacer porque dependen de cada caso particular, pero es necesario que esta regulación se lleve a la negociación colectiva, de sector, empresa, o incluso acuerdos individuales en función de cada situación concreta.