Persona sujeta una bandeja que contiene una lubina cocinada con patatas

Pacientes de coronavirus explican cómo les ha cambiado el olor y el sabor

La rehabilitación olfativa permite la recuperación total de estas secuelas frecuentes del coronavirus.

Desde el inicio de la pandemia, el coronavirus ha destacado por ser un virus desconocido con múltiples síntomas y diversos grados de incidencia en las personas. 

Mientras que algunos afectados presentan cuadros severos a nivel respiratorio, cardiaco o gastrointestinal, otros cursan la enfermedad de forma asintomática o presentan síntomas curiosos como la pérdida del olfato y el gusto. 

El estudio de seroprevalencia realizado en nuestro país reveló que gran parte de los infectados, concretamente un 43%, habían cursado la enfermedad con este síntoma. 

Aunque pueda parecer un efecto colateral del virus de escasa importancia, las secuelas que ha dejado en muchos pacientes supone un problema añadido a esta pandemia.

Pacientes de coronavirus con secuelas olfativas y gustativas

Según recoge '20minutos.es' son muchos los testimonios de afectados que, tras superar la enfermedad y recuperar los sentidos perdidos, presentan secuelas que ya han sido reconocidas por especialistas de todo el mundo.

«Empecé a oler y a saber, pero me di cuenta de que no como antes. Me ha cambiado el olor de muchas cosas, pero sobre todo me pasa con la cebolla y el ajo, huelen diferente. También me vienen todo el rato olores como a químico», explica Cristina tras recuperar los sentidos después de cuatro meses.

«Un mes después de recuperarlos, empecé a oler algo raro. El mismo olor en distintos sitios: andando, en casa, trabajando... y solo lo olía yo. Me olía como a dulce, a químico, a comida fermentada, como a una fruta que se pone mala, pero no lo llegaba a identificar con nada», cuenta otro testimonio al portal de '20minutos.es'.

Después de perder el olfato y el gusto a raíz de un virus, son varias las secuelas que puede dejar la enfermedad en el paciente. Es algo muy frecuente en anosmias posvirales, pero ahora con el coronavirus se han disparado.

Las secuelas del coronavirus: Hisposmia, parosmia, fantosmia o cacosmia

«Hay un 90% de los pacientes con anosmia (pérdida total del olfato) que recuperan el olor espontáneamente en el primer mes, pero luego hay un 10% que no y hay varias variantes», explica el doctor Franklin Mariño Sánchez, otorrino del hospital Ramón y Cajal

Entre esas variantes encontramos la hiposmia, por ejemplo, que es una reducción de la intensidad. También está la parosmia ocurre cuando algo huele de manera diferente, tal y como le sucede a los testimonios aportados.

Además, existe la fantosmia, que se produce cuando un paciente huele un olor fantasma, un olor que no existe; y la cacosmia, cuando olores habituales se perciben como desagradables e incluso fétidos.

«Mi colonia, el desodorante, el jabón de manos... los huelo muy distintos. De hecho, he dejado de usar mi colonia porque ahora me huele fatal», cuenta Raquel.

Se trata de un problema que requiere tratamiento pero que a la larga acaba curándose. Según han explicado diversos especialistas consultados por '20minutos.es', la rehabilitación olfativa permite la recuperación total de estas secuelas frecuentes del coronavirus.