El Gobierno ya se ha puesto manos a la obra con la derogación de la reforma laboral —probablemente parcial y no total. La pasada semana se reactivaba la mesa de negociación acerca de esta cuestión, que tiene previsto volverse a reunir el próximo martes, 30 de marzo. Además de las exigencias de los sindicatos, que pasan por medidas como la limitación de la subcontratación o la prevalencia del convenio sectorial respecto al empresarial, entre muchas otras, la ministra de Trabajo y Economía Social y futura vicepresidenta tercera del Gobierno, Yolanda Díaz, ha detallado este lunes otra medida clave que se podría incluir en la nueva reforma legislativa.
Subida salarial acorde con el crecimiento del PIB español
Díaz ha comparecido este lunes 22 de marzo en la comisión del Congreso correspondiente a su departamento. Ha sido allí donde ha explicado el plan del ejecutivo para una subida de salarios generalizada en España: quiere que las percepciones económicas de los trabajadores vayan ligadas al PIB. «Modernizar la política de trabajo significa también hacer partícipes a las personas trabajadoras de la prosperidad del país», ha declarado la ministra en sede parlamentaria. De esta forma, se quiere establecer una cláusula mediante la cual las retribuciones crezcan proporcionalmente al crecimiento que registre el PIB español año tras año.
La ministra de Trabajo y Economía Social lo tiene claro: es partidaria de aplicar esta política de rentas y cree que hacerlo proporciona un impulso al global de la economía. Para defender su postura, ha puesto como ejemplo la subida del salario mínimo interprofesional a 950 euros que impulsó a las pocas semanas de acceder al cargo. Yolanda Díaz tiene entre ceja y ceja que durante esta legislatura, el salario mínimo sea del 60% del salario medio en nuestro país, y se ha mostrado convencida de que va a conseguir dicho objetivo. Cabe leer la palabras de Díaz como un órdago a la vicepresidenta tercera y ministra de Economía, Nadia Calviño, que ya frenó hace unos meses una nueva subida del salario mínimo.
En todo caso, la intención del Gobierno es clara: que los salarios en España suban al ritmo que lo haga el PIB, de tal forma que la prosperidad global que alcance España también se perciba en los bolsillos de los trabajadores. La mesa de negociación de la reforma laboral apenas acaba de arrancar y no se esperan resultados inmediatos de las conversaciones que allí acontezcan, pero Yolanda Díaz ha sido clara y meridiana por lo que a objetivos de fechas se refiere: quiere que la derogación parcial de la reforma laboral se ponga en marcha ya este 2021.
Un «nuevo Estatuto del Trabajador del siglo XXI»
Al margen del nuevo sistema propuesto para propciar una subida de los salarios, la ministra de Trabajo y Economía Social se ha referido a un «nuevo Estatuto del Trabajador del siglo XXI» como objetivo para esta legislatura.
Con él, Yolanda Díaz asegura que quiere conseguir «avanzar en derechos, recuperar la Constitución y el derecho al trabajo en su sentido originario, lo que implica generalizar la lógica del trabajo decente, empleo estable, digno y con derechos», algo que la ministra ha calificado de «modernidad» y que ha elevado a «un gran reto colectivo, la gran obra legislativa que se debe llevar a cabo intentado dar una respuesta a todas las manifestaciones en las que el trabajo toma cuerpo en la actualidad».
Nuevas fórmulas de contratación «claras y simples», otro de los grandes objetivos de la minstra Díaz
En el marco del nuevo estatuto del trabajador, la ministra Yolanda Díaz ha reafirmado su apuesta por buscar fórmulas de contratación «claras, simples y que establezcan su carácter indefinido como norma, por el bien de los trabajadores y de las empresas», y ha defendido que ello necesita una negociación colectiva «equilibrada». «Las empresas modernas precisan relaciones laborales modernas», ha añadido.
Así pues, la ministra de Trabajo y Economía Social se ha planteado como principal reto de lo que queda de legislatura —si se agota, dos años y medio— «dar respuesta al problema del desempleo y la precariedad continúa siendo la principal asignatura pendiente del país». «El desempleo y la precariedad son diferentes dimensiones de un mismo problema, importa tanto la cantidad como la calidad; y por tanto, la respuesta ha de ser integrada: promover el empleo estable, de calidad y con derechos», ha explicado Yolanda Díaz, que ha asegurado que «la democracia no será completa si no se logra que el mercado de trabajo sea un espacio de ciudadanía y eso es imposible con las cifras de paro y precariedad que asolan al país».
En definitiva, la titular del ministerio de Trabajo y Economía Social ha expuesto en su comparecencia las líneas generales de un 2021 que considera clave en su ministerio para avanzar hacia la derogación parcial de la reforma laboral y la creación y implantación del «nuevo Estatuto del Trabajador del siglo XXI», que tiene en la subida de los salarios atados al PIB su primer gran reto en los próximos meses.