Los autónomos han sido uno de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus, y el Gobierno prepara un plan para ayudarles en su recuperación. El plan beneficiará a una parte muy concreta de esos autónomos: los millennials, personas de 30 a 40 años que han visto frenadas sus expectativas laborales por la crisis económicas.
El ministerio de Trabajo está preparando un real decreto con un paquete de medidas dirigido a la generación millennial, afectada primero por la crisis de 2008 y ahora rematada por la crisis del coronavirus. De momento se ha redactado un borrador que incluye ayudas a trabajadores autónomos cuyos proyectos empresariales se vieron frustrados por la pandemia.
El Gobierno enmarca esta iniciativa en la Estrategia Española de Apoyo Activo por el Empleo que analiza las tendencias del mercado de trabajo y establece unos objetivos en materia de empleo. Parte del plan se financiará con los fondos de recuperación.
El plan está enfocado sobre todo a los millennials, un colectivo fundamental para la economía productiva de España pero a la vez muy golpeado por las sucesivas crisis económicas que les ha convertido en trabajadores precarios. Algunos de ellos consiguieron estabilizar su situación gracias a la recuperación económica anterior a la pandemia que estalló en marzo de 2020, pero la crisis del último año ha impedido su salida de la precariedad.
Además, los datos sobre la evolución de los autónomos son especialmente dramáticos, en especial los más jóvenes. Uno de cada cinco emprendedores no sobrevivió a la crisis desatada por la primera ola del coronavirus. Un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que el 20,7% de los autónomos menores de 30 años fueron baja en los primeros meses de 2020 antes de los rebrotes y la segunda oleada.
Los datos de la crisis reflejan un realidad: la destrucción del tejido productivo y el empleo ha afectado sobre todo a los autónomos más jóvenes, frente a los trabajadores por cuenta propia con más edad. El Gobierno ha puesto en marcha un escudo social que incluye los ERTE y líneas de crédito, pero a la vista de los resultados parece insuficiente.
Ayudas a los emprendedores
Trabajo quiere ahora centrarse en este colectivo para relanzar sus carreras profesionales y permitir su reinserción en el mercado laboral. Para hacerlo quiere incentivar los contratos indefinidos dirigidos a personas desempleadas y convertir los contratos temporales para conseguir una mayor estabilidad de los trabajos. Por otro lado, se quiere incentivar los mecanismos de segunda oportunidad para aquellas personas cuyos proyectos profesionales quedaron interrumpidos o fracasaron por la crisis.
En este segundo caso, el de los autónomos millennials, se quiere poner en marcha un plan de ayudas a proyectos empresariales en peligro. Como novedad, el plan incluye la atención a nuevos proyectos prometedores o solventes de personas sin experiencia previa como autónomos.
El borrador está ahora sobre la mesa de sindicatos y patronal que tendrán que discutir los detalles antes de su aprobación. Trabajo pretende complementar el plan con las ayudas a los autónomos prometidas por el departamento de Asuntos Económicos, una estrategia global para rescatar a uno de los sectores más castigados de la crisis.
Por su lado, la asociación de autónomos ATA pidió la semana pasada ayudas inmediatas para rescatar a más del 90% de autónomos y empresas que en marzo eran viables y que ahora atraviesan por dificultades. Los autónomos lamentan que «las restricciones, los cierres, las limitaciones las han decretado las administraciones y no se ha puesto en marcha ninguna indemnización, ninguna compensación real».
Segunda oportunidad para autónomos
Organismos como el Banco de España, el Banco Central Europeo o el Fondo Monetario Internacional han advertido que las ayudas puestas en marcha hasta ahora para paliar los efectos de la crisis, como los ERTE o los créditos ICO, son insuficientes ante la avalancha de cierres que llegará tarde o temprano. Según el Banco de España, una de cada cinco empresas está en riesgo de quiebra.
Una de las peticiones del Banco de España es impulsar la Ley de Segunda Oportunidad para garantizar la viabilidad de las empresas en el futuro. Según el gobernador de la entidad, Pablo Hernández de Cos, «es importante liquidar de forma eficaz los negocios que ven frustrada su viabilidad económica aun habiendo eliminado sus cuentas pendientes».
Los autónomos cuyos negocios han naufragado a consecuencia del endeudamiento por la crisis sanitaria y desean continuar con su actividad, o emprender otra, tienen en la Ley de Segunda Oportunidad una posibilidad para hacerlo. Para garantizarlo, el Banco de España propone modificar la ley concursal para agilizar los trámites administrativos y mejorar la eficiencia de los procesos de insolvencia y alivio de la carga financiera.