La familia de Anna y Olivia, las dos niñas desaparecidas en Tenerife tras llevárselas su padre, tiene una nueva pista esperanzadora a la que agarrarse para seguir teniendo fe en que ambas estarían bien y a salvo.
Según apunta 'El Confidencial', las niñas podrían estar en Cádiz junto a su padre, ya que dos mujeres podrían haberlas identificado. Fue el pasado martes, 4 de mayo, cuando las niñas ya llevaban varios días desaparecidas, cuando una mujer que paseaba por la playa de Roche, entre Conil y Chiclana (Cádiz), podría haberlas reconocido.
Ella paseaba junto a una amiga suya por la playa y le sorprendió ver gente en las playas en ese momento, ya que se trata de zonas muy anchas que por la pandemia y las restricciones apenas han tenido visitantes en los últimos meses.
La presencia de las dos niñas, a su parecer de alrededor de un año y seis años, justo la edad de Anna y Olivia, captó su atención, ya que estaban jugando cerca del mar y las acompañaba un hombre de unos 40 años y con barba. Según explicó la testigo, ella y su amiga se quedaron observando esa estampa durante un rato y luego siguieron su camino.
Fue más tarde cuando se dieron cuenta de que podría tratarse de Anna y Olivia, después de que la organización SOS Desaparecidos publicase en redes sociales un vídeo de Anna y Olivia que se acabó haciendo viral y fue emitido en casi todas las televisiones.
Al ver esas imágenes, que tenían como objetivo que la población viera a las niñas en movimiento para facilitar su reconocimiento si alguien las veía, una de las dos mujeres llamó rápidamente a la Fundación ANAR, desde donde le recomendaron llamar directamente a la Policía.
La testigo así lo hizo y se puso en contacto con la Policía Nacional de Cádiz, quienes derivaron su llamada a la Guardia Civil, que es quien está llevando a cabo la investigación de la desaparición de las niñas y quien está recogiendo toda la información posible sobre ellas.
La mujer les contó que había visto a un hombre de unos 40 años con barba de pocos días junto a dos niños que perfectamente podrían tener un año y seis años de edad. Ella explicó que pudo verlas claramente durante un buen rato, y que tras ver las imágenes que corrían por las redes y por las televisiones, creía que podría tratarse de ellas.
Poco más se conoce sobre esta pista porque la Guardia Civil está llevando a cabo la investigación con la máxima cautela, pero cada vez son más las informaciones que hacen pensar que las niñas podrían estar bien a pesar de haber sido secuestradas por su padre, ajenas de todo lo que ocurre a su alrededor.
Tomás se llevó a las niñas para hacer daño a la madre
Según se ha conocido en las últimas horas, Tomás Gimeno se habría llevado a las niñas para hacer daño a la madre de las pequeñas, que había iniciado una relación con hombre mayor que ella, de unos 60 años, y que Tomás no aceptaba.
Fue el pasado 27 de abril cuando el padre tenía que devolver a las niñas a su madre, pero después de no hacerlo, saltaron todas las alarmas. Un vigilante de puerto llegó a ver a Tomás cargando bolsas y maletas en su embarcación, pero no llegaron a verle con las niñas.
Una vez preparado, el padre se fue en su embarcación, que apareció a la deriva horas después y sin ocupantes varios kilómetros al sur desde donde zarpó. Durante más de dos semanas, la Guardia Civil ha estado analizando los movimientos bancarios de Tomás, ha registrado sus propiedades y ha recogido pistas que puedan llevar a las niñas.
La madre, Beatriz, ha pedido a su exmarido que las entregue voluntariamente porque «ellas no tienen la culpa de nada», y denunció hace unos días que no es la primera vez que Tomás la había amenazado con referencia a sus hijas, aunque no llegó a denunciarle.