Si una cosa ha cambiado mucho en esta segunda ola respecto a la primera, es que cada vez las comunidades autónomas tienen más capacidad para detectar casos y controlar mejor el virus. En los últimos meses se han disparado el número de PCR diarias y semanales que realizan, pero también cuentas con otra nueva herramienta. Son los test de antígenos o tests rápidos que permiten tener un resultado muy fiable en 15 o 20 minutos.
Hay algunos territorios como Madrid que han hecho de estos su principal forma para diagnosticar la enfermedad. Y estos también son los que predominan actualmente en la mayoría de clínicas o laboratorios privados que es el único sitio donde ahora mismo se puede realizar un test fuera de la sanidad pública, a la espera que Sanidad apruebe o permita los planes de algunas comunidades de poder hacerlo en farmacias.
Pero claro esto no significa que durante este tiempo no esté habiendo quién este queriendo aprovechar la situación para hacer negocio con estos tipos de tests. Y es que la Guardia Civil ha confirmado que se ha abierto una investigación a tres personas que habrían estado realizando tests rápidos en una ferretería de La Pobla de Vallbona y en un bazar de Manises, los dos en la provincia de Valencia.
Una empresa farmacéutica ha dado a conocer el caso
Los investigados, en lo que la benemérita ha llamado 'Operación Cherpi', son dos hombres y una mujer con edades comprendidas entre los 39 y los 47 años. Están siendo investigados por un delito contra la salud pública.
Tras recibir una información, los agentes del Instituto Armado pudieron comprobar que en los establecimientos se habían realizado ya algunos tests y que se preparaban para seguir haciéndolos en estas dos poblaciones y también para venderlos en otras localidades de Valencia.
Concretamente, fue una empresa farmacéutica la que alertó a la Guardia Civil de que se estaban realizando tests rápidos de manera fraudulenta en un bazar y en una ferretería. Rápidamente, se decidió hacer una inspección en los establecimientos que acabaría dando sus frutos.
En la trastienda de unos de los dos, se localizó una bolsa con una caja con tests de covid además de los utensilios para poder realizarlos. Además se encontraron otros tests que ya habían sido realizados.
Se abastecía de estos tests en varios proveedores
Los tests encontrados en estos quedaron requisados y se pasó a investigar al propietario de los mismos. Gracias al trabajo policial se pudo confirmar que tenía un contacto que le facilitaba la obtención de los tests y que eran varias las empresas que le ofrecían la posibilidad de comprarlos.
Fue de gran ayuda para poder llevar a cabo la investigación toda la documentación obtenida en los registros al primero de los investigados. Las gestiones echas por los agentes de la Guardia Civil llevaron a realizar registros en varias poblaciones de la provincia de Valencia: Pobla de Vallbona, Paterna, Catarroja, Torrente, Manises y la propia capital. Los agentes tuvieron la colaboración de técnicos y expertos de Sanidad. Una vez finalizadas se intervinieron un total de 3.300 que ya estaban listo para su venta o su utilización en los establecimientos comentados.
Se ha podido concretar que empresas eran las principales distribuidoras de estos tests. Concretamente estas estaban situadas en Catarroja y Paterna. El principal investigado aprovechaba los contactos obtenidos para comprárselos y utilizarlos o venderlos en el bazar y en la ferretería comentados.
Ha sido el área de investigación de la Guardia Civil de la Pobla de Vallbona la que ha llevado el peso de la operación que ha acabado con tres investigados. Ellos y los objetos y documentación incautados fueron puestos a disposición del Decanato de los Juzgados de Lliria (Valencia), que se ha hecho cargo del caso.