La noticia ha dado la vuelta al mundo provocando una gran estupefacción: una mujer le ha cortado el pene y los testículos a su marido después de haberle sorprendido abusando de su hija menor de edad. Ha ocurrido en Vietnam, donde la mujer se ha entregado a la policía y el hombre ha salvado la vida de milagro.
La mujer llevaba tiempo sospechando de su marido, el padrastro de la adolescente, y quiso tenderle una trampa. Según informan los medios locales, arrastraban problemas anteriores pero ninguno tan grave como este. Una vez confirmadas sus sospechas, la mujer tomó la drástica decisión de capar al marido.
Su intención de darle una lección al abusador le puede salir cara, ya que ahora se enfrenta a cargos muy graves. Por su lado, los médicos no consiguieron reimplantar el pene y las heridas sufridas casi acaban con la vida del pederasta. Ahora se enfrenta a una dolorosa recuperación y al peso de la justicia.
La menor confesó los abusos
La menor que fue objeto de los abusos relató la situación a su madre hace tiempo, lo cual motivó que esta le tendiera una trampa. Nguyen, de 29 años, llevaba desde 2020 abusando sexualmente de la menor. Sin embargo negó reiteradamente las acusaciones y por eso la mujer decidió utilizar una cámara oculta.
La cámara instalada detrás de la cama de la adolescente corroboró la versión de la víctima, que efectivamente sufría los abusos de su padrastro. Al ver las imágenes, la madre decidió tomarse la justicia por su mano con una terrible venganza. Le cortó el pene al abusador mientras dormía y lo tiró a la basura.
El hombre perdió el pene y los dos testículos en el ataque, y quedó entre la vida y la muerte. La mujer se entregó a la policía mientras el hombre acudía a un hospital donde los médicos trataron de salvarle la vida. Trataron de reimplantarle el pene sin éxito, aunque consiguieron estabilizar sus constantes vitales.
Salvó la vida de milagro
El hombre fue sometido a una serie de intervenciones ya que se encontraba al borde de la muerte. La prioridad de los médicos era evitar infecciones en la zona amputada. Aunque no fue posible colocarle de nuevo el miembro, el hombre se encuentra estable y recuperándose del doloroso traumatismo.
El pederasta se enfrenta ahora a cargos por abusos a una menor de edad, mientras que la mujer también será procesada. La noticia ha tenido un gran eco, aunque es una situación más normal de lo que parece en el país vietnamita. Allí, los médicos están acostumbrados a recibir casos de castraciones violentas.
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Al parecer, es relativamente frecuente que las mujeres corten los miembros a sus maridos como acto de venganza. Muchas veces el motivo es una infidelidad, aunque también hay muchos casos de venganza por abusos y malos tratos. En este caso, la agresora solo trató de vengar a su hija y hacer justicia.
Castraciones recurrentes
En Tailandia, un hombre que se acostó con la mejor amiga de su mujer también acabó con el pene cortado. La mujer había escuchado rumores de que su marido le era infiel con su mejor amiga y se enfrentó a él al llegar a casa. Cuando parecía que se había calmado trató de amputarle el miembro con un cúter.
El vecindario se vio sorprendido por los gritos desgarradores del hombre. La agresora, asustada, decidió llamar a los servicios de emergencias y su marido fue trasladado al centro médico en estado grave. Había perdido mucha sangre aunque consiguieron recolocar su miembro gracias a la cirugía.
Tras una complicada operación el hombre consiguió recuperar su miembro aunque no le aseguraron que volviera a funcionarle. Este es otro ejemplo de este tipo de prácticas en los países del sureste asiático. En el caso reciente la agresora ha recibido la aprobación general por la venganza contra un pederasta.