La localidad navarra de Murchante está de luto por la trágica muerte de una de sus vecinas más queridas. Pilar Berrio Jiménez, de 43 años, ha sido asesinada a puñaladas por su excuñado. Iba en compañía de sus dos hijos, de 5 y 9 años.
Los menores han sido testigos del horrible crimen perpetrado ayer por la mañana. Fue sobre las diez y media de la mañana, cuando un Seat León negro se abalanzó contra su vehículo. Pilar se vio obligada a apartarse en el arcén de la carretera.
Su excuñado, Pedro María R. J., se abalanzó sobre ella y le asestó algunas cuchilladas que acabaron con su vida. El presunto asesino, de 41 años y con numerosos antecedentes, salió corriendo. En estos momentos se encuentra fugado y buscado por la policía.
Pedro María es un delincuente habitual que acababa de salir de la cárcel la semana pasada. Creen que ha huido a Guipúzcoa, donde tiene varios familiares. La Guardia Civil y la Ertzaintza montaron un dispositivo de búsqueda con controles en la carretera.
Algunos testigos vieron al presunto homicida salir corriendo y llamaron a emergencias. Los efectivos desplazados constataron que Pilar estaba muerta, y se centraron en atender a los niños. Mientras, se puso en marcha el dispositivo para arrestar a Pedro.
Extremadamente peligroso
Conscientes de que andan detrás de un sujeto muy peligroso, la Ertzaintza ha extremado las precauciones en su búsqueda. Al parecer, está vinculado con otro asesinato más. Los agentes quieren capturarlo cuanto antes para que no cometa otra agresión.
Pedro María fue juzgado y absuelto por un atraco a una gasolinera el 8 de octubre de 1997. En el asalto murió Izaskun Latrrauri, de 41 años y empleada de la estación de servicio. Los errores en la investigación impidieron que el presunto autor fuera condenado.
Tras su exculpación siguió con una escalada delictiva que le llevó a cometer más delitos. La policía lo busca ahora desesperadamente. Creen que el crimen de su excuñada puede ser una venganza o un ajuste de cuentas, pero la investigación sigue bajo secreto de sumario.
Pilar, una mujer luchadora y querida
María Pilar Berrio Jiménez nació en Vitoria en 1978. Durante los últimos años vivió en Estella y en Tudela. Finalmente recaló en Murchante, una localidad navarra de 4.000 habitantes donde hoy reina el miedo, el dolor y la consternación.
Pilar era una mujer muy querida en su pueblo, donde hoy la recuerdan con llanto. Sus vecinos la definen como una persona muy simpática y dulce, que se hacía querer. No pueden creer que haya muerto en circunstancias tan trágicas.
La víctima vivía desde 2017 en el Paseo de Salmonte, una zona de promoción de chalets en el municipio navarro. Tras quedar abandonada hace años, fue reconvertida en viviendas de alquiler social. Allí vivía con sus dos hijos, que presenciaron el asesinato de su madre.
María Pilar procedía de una familia humilde y sobrevivía gracias a la renta de inserción. Sus dos hijos van al colegio público de Murchante, donde también son muy queridos. Allí, las madres han tenido también un recuerdo para esta mujer tan querida.
Su excuñado, un tipo problemático
En su empeño por salir hacia adelante, Pilar se había sacado el carnet de conducir hacía apenas cuatro meses. En el momento del asesinato, se encontraba al volante del turismo que lucía la 'L' de principiante. Su ex cuñado ha cortado de raíz todos sus sueños.
El alcalde de la localidad, Luis Sancho, ha expresado su consternación por el suceso. Ha desvelado que los niños lo están pasando mal y que ha sido un jarro de agua fría para todos. Su prioridad, ha dicho, es encontrar al presunto asesino y evitar otra desgracia.
Pilar no había presentado ninguna denuncia de malos tratos, pero sí había avisado a la policía por varios incidentes con su excuñado. Los vecinos le definen como un tipo problemático, "flaco, pequeño y de melena larga".