No hay duda que fue uno de los colectivos que sufrió más el impacto de la primera ola de coronavirus en nuestro país. Los ancianos que viven en residencias fueron uno de los grandes focos de contagios con miles y miles de casos que también se vieron reflejados en miles y miles de fallecidos, la gran mayoría sin poder despedirse de sus seres queridos.
En esos meses entre marzo y mayo las residencias se vieron desbordadas y que veían como nuestras personas mayores fallecían en sus instalaciones muchas sin poder ir a un hospital. Y es que la situación en los mismos era tan caótica que muchas veces era imposible que los servicios sanitarios llegaran a tiempo o directamente se acababa descartando su ingreso.
Pese a todo parece que la situación ahora mismo es muy diferente, como explicaba la presidenta de las patronales de las residencias españolas Cinta Pascual en 'Espejo Público'. Aunque en las últimas semanas han detectado ligeros aumentos, dice que es muy diferente que en la primera ola, donde «salimos al campo a jugar sin saber donde íbamos y con que medios teníamos que luchar».
Cree que ahora las residencias son mucho más seguras y que «hay más gente de avanzada edad contagiada en casa que en las residencias». Por eso tienen el gran temor que muchos de los residentes que vayan a pasar la navidad se puedan contagiar con el contacto de sus familiares. Para intentar que no pase reconoce que la única solución sería someterles antes de que los recogen. Además, se ofrecía a que sean las propias residencias las que gestionen estos tests de antígenos.
Quejas por la falta de comunicación con Sanidad y Servicios Sociales
Ha insistido en el hecho que es necesario que se haga llegar estos tests a las residencias también para evitar que los propios trabajadores vuelvan a traer el virus dentro. Recuerda que en la primera no había esta capacidad para hacer tests, pero que ahora la hay, además que es una de las recomendaciones de la OMS para controlar la pandemia. Afirmaba que es básico para detectar los posibles asintomáticos, ya que «somos el riesgo más importante» en las residencias. Recuerda que ellos «tienen que tocar, trabajar» día a día con los ancianos.
En este sentido Fernando Simón, en la rueda de prensa de este jueves, también insistía que en esta segunda ola hay más recursos que ha mejorado la atención hospitalaria a los mayores y que también ha influido «la concienciación, la formación y el aprendizaje» tanto del personal de las residencias como de los propios profesionales sanitarios.
Pascual, pero, hacía público su malestar con una de los últimos anuncios que hizo Salvador Illa en los últimos días. El ministro de Sanidad anunciaba un plan específico para que los ancianos puedan pasar las fiestas con sus familias de manera segura, pero Pascual lamentaba que no se hubiera hablado con los propios implicados, las residencias.
Ha enviado «cartas y cartas y cartas» tanto al titular de Sanidad como al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias que es el responsable directo de las residencias al tener las competencias de servicios sociales y no ha «recibido ninguna respuesta». No ha mantenido reuniones con ellos, solo con el secretario de estado Nacho Álvarez y ha defendido la experiencia de las propias residencias.
Ha asegurado que quieren que los familiares de sus mayores tengan contacto con ellos, pero que lo hagan con «seguridad». Por eso pedía hablar con el ministro para saber si se les harán antígenos antes de que puedan llevárselos. Y es que explicaba que «aunque pueda haber falsos negativos, así las familias lo harían con tranquilidad».