Parte lateral de un coche de la Policía Nacional

Un perro encuentra por casualidad el cuerpo de Noemí, que llevaba 4 meses desaparecida

Su cuerpo podría haber sido llevado al lugar donde la encontraron

Parte lateral de un coche de la Policía Nacional
La Policía Nacional investiga el caso | EuropaPress

La peor noticia para la familia de Noemí Pérez, de 31 años, se producía este pasado domingo. Varios agentes de la Policía Nacional se desplazaban al domicilio y les confirmaban aquello que no habrían deseado escuchar. El cuerpo encontrado en una rambla cercana al cementerio de la pedanía murciana de Jabalí Viejo era el de la joven desaparecida el pasado 7 de julio en Alcantarilla. 

Se resolvía así una misteriosa desaparición y parte del sufrimiento de unos familiares que habían estado semanas en vilo. Según explica 'El Español fue un vecino que estaba paseando al perro quién localizó el cadáver. El animal «comenzó a escarbar el terreno y cuando su propietario bajó vio que había un cuerpo putrefacto que parecía que llevaba una mochila de color rosa con lentejuelas», explican dos testigos al medio citado. 

Precisamente, la mochila había sido clave para que, una vez fueron avisados, los agentes de la Policía Nacional empezaran a sospechar que el cuerpo hallado podía ser el de Noemí. En el cartel de su desaparición ya se especificaba que llevaba una bandolera rosa y una pequeña mochila. Los mismos jóvenes que estaban en la zona confirman que oyeron que el cuerpo llevaría allí bastante tiempo «al menos, siete u ocho días»

Se marchó tras una pequeña discusión familiar

La angustia de esta familia murciana empezó el pasado mes de julio. Concretamente fue el día 7 cuando Noemí mantuvo una pequeña discusión con sus padres, Irene y Santiago, porque «nos enteramos de que había dejado de tomarse el tratamiento contra su depresión», explicaba la madre. Salió de casa pasadas las tres de la tarde y ellos pensaban que se había «marchado a la calle a fumar un cigarrillo, como había hecho en otras ocasiones, porque estaba agobiada con su depresión y el tema del trabajo». 

Pero pasaron las horas y no volvía al domicilio que compartían con ella y su hijo de 3 años. Por eso fueron a comisaría a presentar una denuncia al día siguiente. Desde el principio no creyeron que se hubiera podido marcha, ya que para ella su pequeño era «su vida»

Meses de búsqueda sin ninguna pista clara

Explican como fueron meses de búsqueda incesante por toda la zona próxima a Alcantarilla, recorriendo el cauce hasta la capital. Pero explican que recibían llamadas que la situaban en el resto de la comunidad. «En estos meses nos han dicho que la vieron en Espinardo, Murcia, Cartagena, Lorca, Totana... Algunas veces la veían en cuatro sitios distintos el mismo día y a la misma hora». 

Estuvieron a punto de creer que todo podía acabar sobre una pista que apuntaba a Mazarrón. Varios testigos describían a una joven con un físico muy parecido al de Noemí que iba con un hombre, pero, «al final localizamos a ese hombre y era mentira». Tampoco dieron frutos las conversaciones con algunos amigos de la zona de La Ñora o los intentos de rastrear sus redes sociales o mensajes, pues la joven no se llevó consigo su móvil.

Se han encontrado signos de violencia

Pese a los antecedentes de Noemí, 'El Español habla de tres episodios de conductas autolíticas, fuentes de la investigación tienen prácticamente descartado un suicidio. Abierta una investigación, que puede ser «larga» según el Grupo de Homicidios, si parece que se encontraron signos de violencia, aunque se espera que sea la autopsia la que confirme la causa de la muerte. 

Aunque la Jefatura Superior de Policía en Murcia ha declarado el secreto de sumario, creen que el cuerpo podría haber sido depositado allí y trasladado desde otro sitio. Ven poco creíble que el pasado 1 de noviembre, día de Todos los Santos, nadie que fue al cercano cementerio se percatara del fuerte olor que desprende un cuerpo en tal estado de descomposición.