Penelope es el nombre de la mujer inglesa de 66 años que ahora se ha convertido en noticia en todo el mundo. Y es que se está celebrando el juicio en el que se la acusa de haber acabado con la vida de su marido, David Jackson, de 78 años. Lo hizo tras apuñalarlo en varias ocasiones y haberlo amenazado con cortarle el pene.
Esta fue la manera que encontró de ponerle fin a un matrimonio de 24 años.
Penelope acaba matando a su marido
El pasado 13 de febrero fue cuando ella acabó con la vida de David, un teniente coronel retirado. En concreto, le asestó varias puñaladas en el pecho mientras estaban en la cocina de su residencia de Berrow (Inglaterra).
Según ha confesado, decidió matar a aquel para ponerle fin a los supuestos abusos a los que la sometía. Y lo cierto es que consiguió su propósito.
Eso sí, después de ser atacado por su mujer, aquel logró llamar a emergencias pidiendo auxilio. Pero se desmayó, ella le quitó el teléfono y se negó por completo a seguir las instrucciones que le daban para salvarle la vida.
Amenazó a su esposo con cortarle el pene
Ahora que se está celebrando el juicio, han salido a la luz detalles de la singular relación que mantenía el matrimonio. Él era el cuarto marido de ella y esta era la tercera esposa de él.
Su historia comenzó en la década de los 90, concretamente en 1993. El hombre entonces estaba casado con su segunda mujer, Sheila Taylor, e inició una aventura extramatrimonial con Penelope. Y esta, a la que conoció en la Royal Air Force, pronto se cansó de ser 'el segundo plato'.
Por este motivo, no dudó en amenazar a aquel de forma contundente. Le dijo que se divorciara y se fuera a vivir con ella porque en caso contrario le iba a cortar su miembro viril. Y parece que el varón creía que sería capaz de cumplir su propósito porque decidió hacerle caso.
La citada Taylor, como publica Daily Mail, ha confesado ahora en el juicio: “David le tenía miedo. Además, temía que pudiera destruir su carrera en el ejército y su reputación”.
Pero no fue la única consecuencia de dicha relación entre los amantes. Al enterarse de la misma, el entonces esposo de ella optó por suicidarse.
A pesar de la singularidad de este inicio sentimental, contrajeron matrimonio y han estado más de dos décadas juntos. Sin embargo, ahora han acabado de forma trágica. Ella, como ha confesado en un manuscrito, mató a su marido para evitar seguir sufriendo los supuestos malos tratos que le daba.
Malos tratos de los que se está hablando también en el citado juicio. Ha sido la hija de él, Jane Carverley, la que ha expuesto que nunca había presenciado situaciones violentas entre los dos. Eso sí, ha dejado claro que “mi padre siempre se sentía nervioso, era muy particular”.
Es más, ha expuesto que a él siempre le gustaba hacer sentir incómodos a los demás. Incluso ha llegado a reconocer que aquel y su actual esposa tenían problemas con el alcohol.
Tres semanas en los juzgados son las que hay por delante. Tiempo en el que se espera que salga a la luz nueva información que pueda esclarecer lo sucedido.
En estos momentos, los abogados de la supuesta agresora basan su defensa en que la mujer cometió un homicidio involuntario y no un asesinato. Exponen que actuó así “porque sufrió años de abuso físico y comportamiento controlador a manos de su víctima”.
No obstante, lo tienen difícil pues en la nota que ella escribió tras acabar con la vida de David decía unas cosas y ahora otras. Aunque en estos momentos expone que solo querían que lo detuvieran, en aquella reconoció que “Si me dieran la oportunidad, lo volvería a hacer. Incluso si me encerraran durante 125 millones de años, valdría la pena”.
“Que se pudra en el infierno”.